
En mi caso, hoy viernes, llegué agotado después de una semana eterna. Me preparé un plato de fideos, me serví una copa de vino y encendí el televisor: desapercibida entre cortes de avenidas, rumores de guerra civil y asesinatos al por mayor, oí la noticia, vi las imágenes. Esa gran noticia me transportó a mi adolescencia, cuando tenía tiempo y ganas de creer. Una sonrisa radiante puso estrellas a mi rostro cansado. Recordé cuando solía invertir horas en las posibilidades de vida extraterrestre o en los secretos de la luna. Y hoy, uno de esos misterios se hizo realidad: hay agua en la luna. Un mudo: "lo sabía" brilló en mi interior. Cuando vi la imagen de Google con la luna y las cientos de notas al respecto, me estremecí. No todo está perdido. Por algo nacemos con la capacidad de soñar e imaginar; porque los sueños y la imaginación son los motores de nuestra esencia. El problema radica en como hemos utilizado estos potenciales. Somos culpables del deterioro del planeta; pero también somos seres capaces de percibir la belleza, de hacer música o, de descubrir el preciado líquido en nuestro satélite. Lo cual abre inmensas posibilidades y el termino misterio cobra nueva vida. Un dicho, tan popular como sabio, decía: "lunita, lunita, tirame un poco de aguita".´¡Cuántas veces te pedí deseos o dediqué un poema, querida e insondable luna! Hoy es un día histórico para la humanidad. Comprobado: uno puede sentirse feliz aún en los tiempos de tanta cólera.
Por supuesto no puedo evitar la pregunta: ¿Sabremos hacer uso responsable de ese recurso en el futuro? ¿Hemos aprendido algo o aún no? Dios dirá.
Subido a YouTube por TepidShark.
Esta es una escena suprimida de "Fantasía", película clásica animada de Walt Disney.
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