16 may 2009

Contrastes.

He estado ausente varios días. Pido disculpas. Voy a comenzar a conducir un programa de T.V. y me ha llevado mucho tiempo organizarme. Pero ya estoy acá. No voy a dar info del mismo hasta que no esté en el aire. Por si las brujas.
Me siento bien en general. Es raro. No estoy acostumbrado a levantarme sonriendo. A no sentirme cansado. A percibir todo desde un estado de bienestar integral. Me hallo contento con mi trabajo, con mis logros en la universidad con la carrera de Psicología. Cada vez me falta menos. Enamorado. Con proyectos literarios y musicales. Con un viaje importante en puerta. En fin. Toco madera. Todo marcha sobre ruedas. Influye una nueva actitud que he adoptado al comenzar cada día. Cambiar de a poco la forma de ver todo, con buena onda. Aceptar lo que no se da y buscar en otro lado. Ponerle todo la fuerza a lo que fluye. Atender a las señales. Parezco un libro de auto-ayuda barato. "La vida me sonríe". Jaja. Lo siento, no voy a disculparme por sentirme así.
Aunque, la vida es rara. Hoy, cuando estoy tranquilo conmigo y mis circunstancias, la gente de mi entorno íntimo, sufre, tiene conflictos, miedos, panoramas confusos. Trato de ayudar, de escuchar, de entender, de estar. Aporto desde mi no tan poca experiencia. Creo ayudar; pero no es suficiente. Los cambios y mejoras implican decisiones difíciles por su carácter interno. Puedo aconsejarte, indicar alguna dirección; no puedo moverte los pies para caminar. Es un tema de voluntad.
Mi gente puede trasladar esa misma energía utilizada para compadecerse, a buscar la forma de modificar lo nocivo. Me agota un poco ser el receptor de tantos quilombos, sin embargo, cuando yo estuve en situaciones difíciles, esas mismas personas estuvieron ahí para contenerme y ayudarme a salir adelante.
Nos hemos auto vedado la sensación de felicidad absoluta. Nada en el mundo conocido lo es. Me quedo con esta frase de Einstein: "Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo". Y si lo dijo Einstein...
Estamos destinados, parece, como raza, a ser concientes de un sinfín de contrastes. De los cuales, debemos aprender como asimilarlos, a medida que crecemos. Para eso crecemos: Para introyectar y/o proyectar esos contrastes, dadores de sentido o al menos, con la cualidad de desenmascarar el método de este misterio llamado"existencia".