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27 dic 2009

Monstruos.

Hoy, temprano, un amigo, mientras caminaba por un bosquecito olvidado, se topó (casi la pisa) con una serpiente de mediano tamaño y tonalidades grises. Se asustó; pero, sin embargo, terminó matándola con un palo. Le destrozó la cabeza. Hace rato, ya de noche, apareció una araña bastante grande, cerca de mis pies, mientras esperábamos varios a que mi hermano hiciera un asado. Esta vez fue mi primo: aterrorizado, la aplastó con su pie derecho. Tales criaturas salen tal vez a causa de la lluvia. Había llovido a la madrugada. Tuvieron la desafortunada suerte de ser descubiertas por un fóbico a las serpientes y otro a las arañas. La lluvia saca a la luz a los hijos menos populares de la naturaleza y los expone. Los entrega al afuera. Ese afuera o entorno es lo realmente peligroso. No sus formas atemorizantes o el mítico veneno tras la picadura arácnida u ofídica. Confundidas, lejos de su húmedo y oscuro escondite, el cielo como techo implica una amenaza. Algunos de estos hijos logran volver a ocultarse, otros terminan así, destrozados por un palo o aplastados bajo el pie de un adulto que ve, en ellos, la corporización de sus más terribles e infantiles miedos, traumas, frustraciones, angustias. Poder destruirlos provoca satisfacción. La ilusión de haber podido dominar y vencer a algunos de los tantos monstruos que habitan la psiquis humana.
Falso. Dichos monstruos poseen control absoluto sobre nosotros. Nos dejan ser, un poco, no mucho. Y si nos atrevemos a revelarnos nos pican, muy hondo, causando dolores intolerables. Ni cuando morimos mueren, porque se los hemos transmitido antes, sin saberlo, a la generación siguiente. No hay palo o pie que los pueda aniquilar. Por eso nos vengamos, destruyendo seres externos semejantes a nuestras pesadillas internas. Y nadie gana en tan trágicas escenas.

21 ago 2009

Botón Rojo.

Determinada gente con temas de conversación que no me interesan, "deben" interesarme. Ultimamente, estos mismos ojos y oídos acostumbrados a devorar con ansias la sabiduría y sentido práctico de mis abuelos; o a encarar la vida desde el humor, el desenfado , la creatividad y la no impostura "deben" tolerar modismos, maneras y comentarios de cada pseudo-chosno patricio almidonado...
Individuos sobrestimados, que ya te subestiman antes de decir "hola". Necesito a un "Alfonsín" señalándome desde su palco entre la multitud y gritando "un shock de espontaneidad por allá por favor" o "un amigo sincero y relajado para aquel joven". ¿Por qué me obligo a tolerar tanta pretensión? Por la causa más noble y profunda de todas...
En cierta medida son graciosos: como versiones de las "hermanas Ocampo" o de un "Leopoldo Lugones" pero sin obra alguna producida que fundamente sus actitudes. ¿Parezco enojado? No, sólo un poco cansado. Y en mí esa sensación, es más delicada que el enojo.

1 may 2009

Había Una Vez Un Circo.

Yo trabajaba allí. Era un artista multi-uso. Bailaba, cantaba, actuaba, reía, brindaba. Miles eran mis queridos, efímeros y fenómenos amigos/as. Cuando llegaba al lugar el mundo dejaba de respirar. ¡Sabía hacer mis entradas! Y tenía mi público...
Pero, cuando apagaban las luces y todos partían. Cuando la luz del amanecer me contaba la verdad, aunque no deseara verla ni oírla, quedaba sólo. Entonces caminaba, en ese estado, un par de cuadras, hasta conseguir un taxi.
Conocía muy bien a esa chica: "Soledad". Nos llevábamos de maravillas. No ocultaba nada. Mostraba su verdadera cara, fría, dura. Le daba un beso y nos íbamos juntos. "Soledad" era mi amiga. Respetaba mi naturaleza. Yo había tomado una decisión: ser artista, o sea, mesa para uno. "Teatro sólo para locos", como anuncia Hesse en "El lobo Estepario" (conocí a fondo ese teatro).
Sin embargo, todo se transforma. La vida es mutación o evolución. Siento, claro, que hice lo segundo: evolucionar. Aunque no he cambiado tanto, a veces, miro fotos de aquella época y no reconozco a esa persona sonriente, sobre el escenario, con mi rostro puesto.
Actualmente, con los pros y contras del transcurrir urbano y afectivo, tengo una vida hermosa. Dios me ayuda mucho. Vivo agradecido.
Pero, con el paso del tiempo, perdí relación con mi antigua amiga "Soledad". Es más, no la tolero. Le temo. Suele manifestarse de vez en cuando y ya no me reconoce. Ahora es una extraña, atraída por un rapto melancólico o la inseguridad de cualquiera, como un mosquito por la sangre caliente. Cuando amás entregás tu corazón. Y en ese delegar, que por cierto es magnífico porque le da sentido a todo, perdés cierto registro de tu verdadera resistencia, te volvés más dependiente en muchas cosas. "Antes de que nacieras yo era tan osada; pero también tan irresponsable", oí alguna vez decir a una madre...
No sé, he vivido como he podido. Y sólo quería contarte que, hubo una vez un circo... y yo trabajé allí.

28 abr 2009

Contactos De Tercer Y Cuarto Tipo.

No suelo notar la falta de contacto físico, de un buen abrazo, hasta que alguien, sin previo aviso, me toca. Suena gracioso pero es así. El otro día en la universidad, mientras prestaba atención a la clase, sentí una contractura en el cuello. Llevé mi mano hacia allí. De repente, una amiga, sentada detrás, comenzó a hacerme masajes en esa zona. ¡Cuan desacostumbrado estoy! La primera sensación de mi cuerpo fue de amenaza. Luego pude distenderme y disfrutar de la samaritana actitud de mi amiga. Vivimos verbalizando los sentimientos y emociones desde una distancia "prudente", para evitar el contacto con los otros. Demasiados "Te quiero", "Sos mi mejor amigo", todo puesto en palabras. Pero escasas son las demostraciones de afecto que impliquen roce corporal. La Web, contribuye a solidificar más y más esa burbuja en la que cada uno se mueve, desde donde nos comunicamos. Es más fácil enviar una tarjeta virtual con alguna frase básica: " Gracias por existir" " Te adoro" "Felicidades" a esperar el momento en donde puedas demostrar todo eso con un abrazo sincero y cálido en el silencio de la amistad. A lo largo de mi aún, corta vida, he preferido dar afecto a esperar recibirlo. Estudiar teatro me desinhibió mucho para cruzar esa barrera que a otros, les cuesta tanto traspasar. Lo malo es cuando dejás de esperar esas señales y entonces, el día menos pensado, te toma por sorpresa un ser humano real, sin arrobas o triple www, como me pasó en la universidad.

23 abr 2009

Me Ven.

Se me ocurrió pedirle a la gente de mi ámbito laboral que opine sobre mí. ¿Cómo me ves?: fue la pregunta. Me contestaron:
Guapo, inteligente, culto y sofisticado. Muy buen tipo. Medio caído del catre. Todo lo que yo no soy. Flaco bohemio y soñador. Tipo desestructurado. Loco divertido. Carita triste. Artista.
Nervioso y obsesivo. Tenés que frenar. Modelo. Bueno imitando a los demás. Buen amigo, aunque cancelás muchas salidas. Te veo histérico a veces. Otras veces mejor, tan... no sé. Admirable. A veces no cumplís lo que prometes; te adoro igual. Poeta sensible. Zarpado. Careta culto. Desprejuiciado. Mezcla de paisano y tipo urbano. Un lobo estepario. Demasiado susceptible. Un guacho. A veces sos un poco falso con algunas personas. Un día sos re simpático; otros, venís con tremenda cara de culo, re antipático.
Lo extraño, fue que nadie me preguntó luego ¿Y vos cómo te ves? O sea, la gente confunde opinión con postulado. Te sellan. Sos un decreto. Sin importar lo que tengas para decir al respecto. A nadie le interesa saber como me veo, como soy. ¿Para qué reflexionar sobre quién soy? Los otros ya lo han hecho por mí. No obstante, la completa información que recibí es fundamental. Me conocen muy bien. Soy todo eso.

Bajo Radiación.

Hoy estuve conversando con alguien que ha dedicado gran parte de su vida a concientizar sobre las consecuencias fatales a mediano y largo plazo que producen las radiaciones emitidas por las antenas de telefonía y los teléfonos móviles. Las cuales provocan en las personas enfermedades y síntomas alarmantes. La radiación es acumulativa. No nos damos cuenta porque es igual a meter un sapo en una olla con agua y hervirla de a poco, el sapo se queda quieto porque no sabe que lo están hirviendo y muere así. Nos preocupamos por el Dengue, sin embargo, no comprendemos o aceptamos que vivimos bajo un paraguas, atravesados por ondas electromagnéticas todo el tiempo, que no son inocuas. Es una exposición constante a la radiación. En la ciudad de Buenos Aires superaría ampliamente los márgenes tolerables. No es nada lindo lo que cuento. Pero hoy me impactó este tema sobre el cual existe mucha información científica. Los gobiernos y empresas de telefonía, ponen en primer plano sus intereses económicos y hacen oídos sordos a las consecuencias, protestas, mal formaciones, muertes de centenares de personas por haber vivido frente a antenas de telefonía. No entienden que TODOS estamos afectados bajo ese paraguas. Para mayor información podés visitar la página www.avaate.org Me dejó muy preocupado el asunto. ¿Podríamos volver a vivir sin celular para preservar nuestra salud?
Más Info: www.avaate.org

22 abr 2009

Hoy Es El Día De La Tierra. ¿Mañana No?

"El Día de la Tierra es un día festivo celebrado en muchos países el 22 de abril. Su promotor, el senador estadounidense Gaylord Nelson, instauró este día para crear una conciencia común a los problemas de la contaminación, la conservación de la biodiversidad y otras preocupaciones ambientales para proteger la Tierra."
Todo bien, lástima que solo un día merezca la Tierra que nos alimenta y resguarda. Es tan hipócrita la fecha, como el Día de la Madre o como el Día del medio ambiente. Debiéramos pensar y hacer algo por el bien de nuestro planeta todos los días. Sin embargo, seguimos devastando, contaminando y agotando recursos sin pausa. Nos consideramos la especie más inteligente. Entonces, por qué las demás especies del planeta tienen, por ejemplo, la capacidad de auto- regular sus poblaciones y nosotros no? Por el contrario, invadimos un sitio, lo exprimimos y continuamos expandiéndonos como un virus sin control. Me da mucha pena ser humano a veces.

Subido a YouTube por Newgusita.

Fuente consultada: Wikipedia.

21 abr 2009

Sobre Como Servimos Sin Servidor.

Desde hace un par de semanas, en mi laburo estamos sin Internet. Y en los ratos libres, he vuelto a poner como primera opción, la escritura. Si tengo Internet, voy derecho a mis blogs, a Facebook, al MSN, a mis casillas de correo, etc. Ahora, sin acceso a la red, voy derecho a Word y escribo uno o dos poemas por día, algún micro-relato, prosa poética. Muestra como, de a poco la red nos va comiendo, alienando. Desde hace un tiempo expreso cuan cansado estoy, sin ganas de escribir. ¡Obvio! Proyecto toda mi energía en nadar sólo por los sectores autorizados. de una pileta pública, teniendo la posibilidad, como escritor, de zambullirme en mi propia piscina. He regresado al procesador de texto y he recuperado el deseo de llenar ese espacio en blanco. Ahora, cuando llego al trabajo, enciendo la compu, ansioso por ver hacia donde iremos con mi mente, tipeando . Seguro, la conexión en el lugar va a reestablecerse. Pero voy a mantenerla, lo más desconectada posible, de mi cabeza. ¿Lo lograré?

20 abr 2009

Siglo XXI Denguelache.

Volvió el frío a Bueno Aires. Mejor, así mueren todos esos mosquitos apocalípticos. No hay monedas. El tránsito, cada vez peor. La gente más loca y agresiva. Los quiosqueros adictos al aumento descontrolado de los precios. Contextos cada menos seguros y más pobres. La crisis mundial y encima, la paranoia generada por la ponzoña de ese aguijón con alas asechando en silencio. ¡Basta! O mejor dicho: ¡Off!

30 mar 2009

Homo Videns.

Hace un par de días dije en un post que estaba harto del "homo videns" y me preguntaron cual era el significado. Bueno, hallé esta monografía sobre la obra de Giovanni Sartori, "La sociedad teledirigida" donde está explicado a la perfección. Los invito a leer un extracto de la misma:
"Giovanni Sartori advierte: un mundo concentrado sólo en el hecho de ver es un mundo estúpido. El homo sapiens, un ser caracterizado por la reflexión, por su capacidad para generar abstracciones, se está convirtiendo en un homo videns, una criatura que mira pero que no piensa, que ve pero que no entiende.
El proceso comienza desde la infancia. La televisión es la primera escuela del niño, en donde se educa con base en imágenes que le enseñan que lo que ve es lo único que cuenta. Así, la función simbólica de la palabra queda relegada frente a la representación visual . El niño aprende de la televisión antes que de los libros: se forma viendo y ya no lee. Dicha formación va atrofiando su capacidad para comprender, pues su mente crece ajena al concepto -que se forma y desarrolla mediante la cultura escrita y el lenguaje verbal-. De esta manera, "Los estímulos ante los cuales responde cuando es adulto son casi exclusivamente audiovisuales".
Dejando a un lado la función de entretenimiento que la televisión tiene, Sartori se concentra en su labor formativa. No es el homo ludens el que le interesa, sino el homo videns. Si el niño crece junto al televisor, su concepción del mundo se vuelve una caricatura; conoce la realidad por medio de sus imágenes y la reduce a éstas. Su capacidad de administrar los acontecimientos que lo rodean está condicionada a lo visible: su capacidad de abstracción (de trascender, por decirlo de algún modo, lo que le dicta el ojo) es sumamente pobre, "no sólo en cuanto a palabras, sino sobre todo en cuanto a la riqueza de significado". La imagen no tiene contenido cognoscitivo, es prácticamente ininteligible. El acto de ver anula, en este caso, el de pensar. El concepto queda sumergido entre colores, formas, secuencias y ruidos de fondo. En tanto que la asimilación de una palabra requiere del conocimiento de un lenguaje y de una lengua, la imagen, por su parte, se procesa automáticamente: se ve, y con eso es suficiente.
Por supuesto, Sartori no ignora las repercusiones políticas que acarrea el surgimiento del homo videns. Si es cierto que la democracia es el gobierno-de la opinión, y que los medio(especialmente la televisión) son, en gran medida, formadores y transmisores de la misma, entonces la importancia que adquieren como instrumentos de y del poder es enorme.
En el mundo del homo videns no hay más autoridad que la de la pantalla: el individuo sólo cree en lo que ve (o en lo que cree ver). Sin embargo, la imagen también miente; puede falsear los hechos con la misma facilidad que cualquier otro medio de comunicación, con la diferencia de que, "la fuerza de la veracidad inherente a la imagen hace la mentira más eficaz y, por tanto, más peligrosa". Además, la propia naturaleza del espacio televisivo tiende, irremediablemente, a descontextualizar las imágenes que transmite, pues mientras se ocupa de las últimas noticias y de las imágenes más escandalosas, margina otros aspectos que aunque pueden ser más importantes que los que se ven, no son, plásticamente, tan atractivos. Lo inquietante es, pues, que el poder de la evidencia visible es contundente, ésta siempre dice lo que tiene que decir: su veredicto es irrefutable.
Sobre la posibilidad del gobierno del pueblo en la época del homo videns, Sartori cita a Ghita lonescu: "El hecho de que la información y la educación política estén en manos de la televisión [ ... ] representa serios problemas para la democracia. En lugar de disfrutar de una democracia directa, el demos está dirigido por los medios de comunicación". Éstos no son el espejo de la opinión pública, sino -la pantalla que recoge el eco que viene de regreso. De acuerdo con Sartori, no reflejan los cambios que ocurren, sino las transformaciones que, a la larga, promueven. La abundancia de información no garantiza la comprensión de los fenómenos: "se puede estar informadísimo de muchas cuestiones, y a pesar de ello no comprenderlas". La televisión produce un demos cuyo criterio somete a sí misma. No es una multitud que cree opinión, es un público que la demanda. Y así, se genera un grave problema de auto consistencia: la referencia del público es la opinión que los medios transmiten, de manera que el productor produce a sus consumidores y éstos, a su vez, se vuelven adictos al producto. Un homo videns que ha perdido la capacidad de disentir se vuelve, entonces, un elector tele dirigido. "En estas condiciones, el que apela y promueve un demos que se auto gobierne es un estafador sin escrúpulos, o un simple irresponsable, un increíble inconsciente."

19 mar 2009

Ser O No Ser Mediocre.

En una revista dominical citaban en una nota la siguiente frase de José Ingenieros: "es indigno levantar las migajas en los festines de los poderosos". He leído a Ingenieros, me gusta, su análisis del hombre mediocre, del medio-pelo, es muy bueno. Pero no estoy de acuerdo con algunas de sus posturas, por ejemplo, esa frase. ¿Por qué es indigno levantar migas, si ese es el trabajo que he podido conseguir para subsistir? En un país LIBRE, hoy puedo estar sirviendo platos y mañana tal vez consiga un trabajo mejor. En un país LIBRE, el estatus social depende del esfuerzo, de un objetivo claro, de la perseverancia, de la voluntad, de las ganas de trabajar y progresar. El trabajo dignifica, por más pequeño que sea. Si cumpliste 50 años, seguís levantando migas y no estás conforme con dicha actividad, evaluá tus posibilidades con sinceridad o cuales factores externos influyeron. La capacidad de progreso está más ligada a la necesidad y a un objetivo claro que al nivel de estudio. Ser universitario no te garantiza riqueza. Un deseo irrefrenable de triunfo es más poderoso que cualquier herramienta académica.
¿Por qué el término poderoso es asociado con algo negativo? Hay tiranos o políticos mafiosos con poder ; pero no todos los triunfadores son tiranos. Muchos llegan a gozar de prestigio y de un buen pasar económico simplemente por ser gente TRABAJADORA, que se rompió el c... para cumplir una meta determinada. Sin embargo, ves pasar a alguien conduciendo un auto nuevo y pensás: " chorro, lo que habrás robado..." Nunca decís: "Se lo pudo comprar con su trabajo", o "se lo merece".
El vago detesta a la gente que progresa trabajando, convertido en un resentido termina adoptando ideas revolucionarias sesentistas, para justificar su abulia y su odio.
Diferentes son las clases oprimidas y/marginales, en donde se nace sin más alternativa que esperar la solidaridad de determinados organismos mundiales. En situación marginal no se puede elegir, sólo pedir ayuda. Yo me refiero a quienes pueden optar por progresar, desde abajo y no lo hacen, por flojos. Una vergüenza. Más auto-crítica y menos odio hacia lo ajeno, por favor. La mediocridad es una elección.

18 mar 2009

Código País.

Fui el sábado por la noche a escuchar a Delta 9, un Dj muy bueno, a ""Código País", "primer festival multidisciplinario, que reune en un mismo espacio nuevos exponentes de la moda, el diseño, el entretenimiento y todas las disciplinas artísticas.
DJ´s, diseñadores, fotografía, instalaciones, cine y teatro, gastronomía, tecnología, sector de chicos y terapias alternativas, donde se pueden encontrar las últimas tendencias de producción local. Contó con un programa diurno y otro nocturno. Durante el día, muestras de artes visuales, fotografía, cine, gastronomía, diseño y teatro, además de conferencias y talleres. La noche estuvo reservada para las instalaciones, la presentación de bandas en vivo, la actuación de Djs, juegos en red y propuestas experimentales y multimedia. Incluso habrá un bar underground y un cabaret (estilo francés)". Bueno, así estaba explicado el festival en las páginas web que lo promocionaron. Se llevó a cabo entre el 11 y el 15 de marzo en Palermo. La excelente sesión de música electrónica a cargo de Delta 9 a las 23.30, la cual hizo vibrar a todos los presentes con sus mezclas y las imágenes del Vj de turno, fueron las dos únicas cosas que disfruté. El resto de la original propuesta multidsciplinaria naufragó en la genial idea, quedó cristalizada en la intención, quiero pensar, por falta de presupuesto. Espero sinceramente, que mejoren las condiciones de las futuras puestas. Brindar un espacio así, de fusión, a diseñadores y artistas, es maravilloso y fundamental. "Antes era gratis, hoy te cobran entrada, demasiados locales de venta, parece un shopping. Todo tiende a volverse comercial", comentaban algunas personas esa noche.
¿Por qué no me gustó? El "espacio erótico" era un "espacio tétrico". El calor, insoportable, la ambientación de cartón y los "complementos" a la venta para una noche sensual, puro plástico. No había nada erótico, al contrario, todo lo exhibido era vulgar y aburrido.
Entré a los locales de ropa. Algunos diseños, innovadores; pero muy ordinarias las telas usadas. La mayoría, ofrendas al mal gusto. Lo ridículo no es "In", es ridículo. Y los precios demasiado altos para la poca calidad de las prendas. Eso sí, vi mucha creatividad en los accesorios para la mujer, copados.
Las muestras teatrales, estuvieron bien.
El escenario para las bandas me encantó, bien pensado. Y muy buenas las bandas que tocaron esa noche.
En otro sitio, con barra de tragos y sillones alrededor de un escenario pequeño, también se presentaron bandas más del under o de experimentación, muy buenas en general.
Las esculturas y las pinturas... como defino lo que vi... quizás ese sábado, hubo una exposición trabajos reprobados de alguna escuela de bellas artes y no me enteré.
También estaba la barra al aire libre de "La Cigale", en el patio interno, en donde pedí dos daiquiris, preparados con frutillas, que me provocaron una intoxicación y estuve tirado en cama durante dos días.
El contenido musical y multimedia en todas sus puestas y aspectos fue lo más logrado.
Es mi opinión.

14 mar 2009

Ángeles.

Anoche regresaba de cenar con amigos, aburrido, porque no tenía otros planes más que dormir. Años atrás, en el horario en que apago hoy la luz para cerrar los ojos, era el horario en que cerraba la puerta de mi casa, rumbo a la noche. Todo cambia. Ojo, extraño mis salidas sin extrañar. Ahora disfruto del descanso después de una larga jornada. Antes no tenía tantas obligaciones y el cuerpo ya no responde de la misma manera. Pero anoche estaba aburrido.
Caminaba por la vereda de una plaza, cuando, un hombre y una mujer jóvenes, pasaron corriendo frente a mí, vestidos con ropa negra de danza, como de lycra, ceñida al cuerpo y cada uno con un par de alas blancas. Corrieron hasta el centro de la plaza y se pusieron a bailar, a reír y a gritar. Me quedé un rato observándolos. Tal vez, recién salían del estreno de su obra y estaban festejando. O eran dos amigos fanáticos de los ángeles. O venían alcoholizados de una fiesta de disfraces. O alguna sustancia alucinógena los había convertido en seres alados. O eran estudiantes de Sociología realizando un experimento para ver como reaccionan las personas cuando ven algo que los saca de su comportamiento autómata diario. Podían ser todas o ninguna de esas posibilidades. Dejé de buscar una razón y simplemente disfruté de su acto. Sentí nostalgia y a la vez alegría. También fui un ser alado. Sigo siéndolo; aunque ahora vuelo con más experiencia y en inmejorable compañía. ¡Qué afortunado! La mayoría, se va de éste mundo, sin haber batido jamás un par de alas. El aburrimiento desapareció. Agradezco a esos ángeles danzantes que cambiaron mi noche.

26 feb 2009

Volver.

Estuve viendo unas fotos de mi infancia. Excepto por esas imágenes, no recuerdo esos momentos, en donde sonreía, junto a mi familia, en viajes olvidados o en la versión más joven y menos colorida del patio de mi casa natal, rodeado de objetos que ya no están, entre ellos mis juguetes. Y me pregunté en silencio. ¿Cuándo dejé de ser ese niño? ¿Cuándo perdí el interés por los diferentes universos que armaba con mi colección playmobil o por defender al castillo Greiscol con He-man y sus amigos? Tenía una forma especial de jugar, yo le daba vida a los muñecos, colocándome en tercer plano, desaparecía, como el director de una obra, otorgándole a cada personaje su identidad. ¿Cuándo me saqué el traje de Superman y comprendí que no podía volar? ¿O qué el bosquecito frente a mi casa no era el reino de los Thundercats?
Al lado de mi casa, había otra en construcción, parada, abandonada. Un día entré en ella y pasó a ser la nave nodriza de Invasión V. Eramos una decena de enanos que todas las tardes nos convertíamos en lagartos extraterrestres o en soldados de la resistencia. Fui feliz. El amor de mi familia y la compañía de algunos pocos amigos, me hacían sentir, mientras recorría los pasillos de la nave organizando un nuevo ataque, que tenía al mundo entero bajo control.
Pero crecí y aquí estoy, rodeado de fotografías, curtido, luchando como todos, por un lugar en la nave social.
¡Quien pudiera ser como Benjamin Button! ¡Qué tiempos aquellos, cuánta felicidad! Aunque nunca he dejado del todo de ser ese niño. Ni vos tampoco... ¿verdad?

18 feb 2009

Cuando Los Objetos Se Comen Al Sujeto.

Se sentía un liliputiense, perdido entre las pertenencias colosales de varios gigantes, gritando en vano, con temor a ser aplastado. Nada podía hacer para llamar la atención. Por más que cantaba, bailaba o hacía chistes como un bufón, o lloraba, pedía y buscaba como un niño abandonado, nada era suficiente para ser oído, allá, al pie de aquellos símbolos a través de los cuales, ellos habían reemplazado el verbo "Ser" por el verbo"Tener".
Primero perdió la sombra. Después la esperanza. Calló. Dejó de pedir ayuda. Pegado a un rincón, veía a los gigantes ir y venir.
Sin sol, poco a poco, fue adquiriendo el color de la pared o del piso. Hasta que cierto día, una escoba, lo confundió con polvo y lo barrió para siempre. Recién en ese momento, ya tarde, los gigantes experimentaron un profundo e inexplicable silencio.

15 feb 2009

Sobre Metas Y Templos.

Me espera un largo año. Si Dios quiere muy bueno, aunque intenso. Espero no fallarme. No cansarme tanto como el año pasado. Nuevos proyectos musicales y literarios. La universidad. Trabajar y estudiar. Vienen bastante entallados mis días.
Cuento eso sí, con la contención de mis seres queridos. Sentirme acompañado es algo invalorable. Aunque esa participación, esa presencia constante de los demás, también provoca, como efecto colateral, una gran presión. Son mi público, esperando que actúe con el menor margen de error posible. Esperan mucho porque me conocen o creen conocerme mucho. Y saben que al final, cuando halla cumplido los objetivos, voy a darles las gracias por insistir y no dejarme renunciar. Y a la vez, se van a sentir un poco más realizados a través de mis logros. Y no tiene nada de malo. Por un lado, venimos al mundo a levantar nuevos templos, los propios; y por el otro, a restaurar y proteger a los viejos.

14 feb 2009

Dar.

¿Es correcto esperar de los demás reacciones equitativas a nuestras acciones? ¿Pretender recibir lo mismo que damos?
"Dar hasta que duela y cuando duela dar todavía más", afirmaba la Madre Teresa de Calcuta. Según ella y tantos otros seres humanos iluminados que convirtieron sus vidas en ejemplos universales, debemos dar sin esperar nada a cambio.
Me cuesta seguir esos ejemplos, surgidos en situaciones de lucha contra realidades adversas, en donde se deja hasta el alma ayudando a los que sufren, a quienes se enferman por no tener cubiertas las necesidades básicas, en un mundo de abundancia; pero de injusta distribución de los alimentos y esclavo de una economía con oscuros destinos.
Me cuesta seguir esos ejemplos porque, en una escala y contexto diferente, algunas personas que obtienen de mí, atención, respeto, dedicación, afecto, PUEDEN retribuir, aunque sea con un gesto, una mirada. Pero no. Pocos notan tu esfuerzo y dedicación. Sobretodo en los detalles pequeños. Les da lo mismo. Dan todo por sentado. Entonces pienso: podría invertir esa energía malgastada, en promover cambios, en apoyar causas trascendentales y no sentirme un estúpido, viendo como se filtra ese tiempo precioso entre las rocas de la indiferencia y de la soberbia ajenas, hasta evaporarse. Espero, alguna vez poder crecer lo suficiente y entender que, en el acto mismo de dar, uno recibe. Todavía no lo logro. Hoy, si no percibo reciprocidad en estos aspectos, me desinflo, me indigno, pierdo colores. Pierdo. No soy.

31 ene 2009

¿What Pass Buenos Aires?

La pasé genial ayer con mi vieja, que vino a visitarme. La esperé con un regalo, un par de chombas, pero le quedaron chicas. La llevé para que las cambie. Faltaba stock. No le gustó nada de lo que había. Me quedó una orden de compra para un local que no tiene nada para mí. Se largó a llover sapos. Tomamos un taxi para irnos al Alto Palermo. En el trayecto, una moto cruzó sin mirar por delante del taxi, éste frenó y el auto que venía atrás nos llevó puestos. Casi nos desnucamos. Bajamos una cuadra antes de la entrada al shopping, por Coronel Díaz y Arenales. Corrimos bajo la lluvia y entramos al Alto, empapados. Tampoco hubo nada interesante para ver. Nunca voy porque los precios son ridículos de caros; y teniendo la posibilidad de conseguir ropa afuera, de las mejores marcas y a precios razonables, ni lo pienso. Pero mi vieja quería recorrer algunas tiendas. No tuvo suerte pobre. No sé que pasa con la ropa y zapatos de mina, todo es de plástico. Al menos, almorzamos bien, en paz, una pizza muy rica con dos chops. Pero la cerveza me mató. Un deseo incontenible de entregarme a las almohadas se apoderó de mí. Estoy viejo. Volvimos a casa. Ni hablar de la ampolla que tengo ahora, en uno de mis dedos índices, por intentar ajustar un foco encendido cuando llegué; y el golpe en la rodilla contra un mueble, mientras intentaba salir al balcón para cortar una hoja de la planta de aloé vera que tengo allí: cura ideal para las quemaduras. Después caí desmayado y dormí durante dos horas. Por la noche partí al teatro, invitado por un amigo, a ver la obra "Gorda", que merece un post aparte, en la sala Pablo Picasso del Paseo La Plaza, sobre la Avenida Corrientes. Terminamos cenando en ese antro llamado "El Palacio de la Papa Frita". Nos atendieron como el culo, unos mozos de cuarta, ordinarios y mal educados; y nos rompieron el "palacio" con la cuenta: dos milanesas pedorras con puré y las famosas papa fritas, más un par de gaseosas cada uno: $174!!!. No vayan, no se los recomiendo.
Pero más allá de eso la pasé bien. Gracias a Dios puedo disfrutar con mi madre, con amigos y tengo la posibilidad de ir a ver y hacer las cosas que me gustan. ¡La pucha, qué lindo es estar vivo!

26 ene 2009

¿Viste? ¡Tal Cual!

Hoy salí a cenar con amigos. Entre empanadas, asado y vino, analizamos la crisis mundial, la lipotimia de Cristina, que la dejó 20 años más joven y la foto trucha de la señora presidenta con la momia de Fidel. Hablamos también sobre el altruísmo de la flamante primera dama norteamericana, en dar la posibilidad de diseñar su vestuario, para las distintas etapas de la asunción de su marido, a jóvenes y desconocidos diseñadores de indumentaria. Luego pasamos a destripar la nueva película de Guy Ritchie, "Rocknrolla": Safa. Un film con mucho olor a Tarantino en descomposición. Después hablamos mal de gente en común. Freakeamos un poco con unos videos sobre fantasmas, que han aparecido en Google, de verdad muy raros. Cada uno contó alguna anécdota fantasmagórica, hasta aburrirnos de miedo. La velada entró en su fase final, cuando uno de mis amigos comenzó a patearle, con justa razón, la cabeza a Paulo Coelho, por sus libros de auto-ayuda, los cuales sólo lo ayudan a él a hacerse rico, con mediocres salidas espirituales como vías de escape a la ignorancia. Acto seguido, llegaron algunos elogios a escritores tan antagónicos como Hesse o Ginsberg, el más pretensioso recitó una oda casera a la ayahuasca y llegaron entonces, las copas de champán, invitación de la casa. Un brindis improvisado, por los proyectos personales, la salud y el trabajo, pagamos, sonrisas, comentarios al margen, saludos, abrazos y cada uno partió a su casa. Pero nadie habló de sexo. Saquen sus propias conclusiones.
Yo participé; pero como respondiendo desde el interior de una gelatina. ¿Por qué no podemos simplemente comer, reírnos de cualquier cosa, divertirnos? No tolero más los "temas interesantes" en el almuerzo o en la cena. Nos empeñamos en interpretar y resolver el mundo entre la entrada y el postre. La opinología al pedo, en cada salida, es un mal argentino en aumento. Hablamos, pero no hacemos nada por nadie; porque no sabemos cómo, ni queremos. Por eso, basta al menos, de ser tan hipócritas y embolantes. Hoy, la idea fue, salir a divertirnos, no a escribir un post. Pero se salieron con la suya. Acá lo tienen.

23 ene 2009

El Ser On Sale.

"Me trata como a un objeto." "¡No soy un objeto!" En el pináculo de la era del consumo, en dónde nuestra principal manera de interactuar con el mundo es a través de la compra compulsiva y descarte de objetos efímeros, como celulares, computadoras, ropa, zapatos, muebles, LCDs, DVDs, Home Theatres, Blue Ray, etc. Nos enloquecemos con la pantalla LCD "Red Diamond" y no alcanzamos a terminar de pagarla, que ya salió la nueva pantalla "Black Cristal Hight Definition". Vivimos ahorcados, pagando cuotas y cuotas para poseer éstos símbolos, los cuales hablan por nosotros, definen y delimitan no sólo status y estilo, sino nuestra personalidad. Si estamos o no, en la cresta de la ola, con respecto a los vertiginosos avances tecnológicos y a los cambios en todo tipo de moda. Cuando alguien entra a tu casa, no necesitás decir nada, dejás todo en manos de esos objetos. El scanner del visitante pasa revista y listo, esa lámpara habla de tu profundo conocimiento sobre art nuovo, ese monitor widescreen touch, habla de tu mente creativa e impulsos vanguardistas y ese saco de Giorgio Armani combinado con esos jeans de Dolce & Gavanna te reafirman como un dandy rebelde europeo. Entonces, ¿cómo pretendemos ser tratados en una relación de pareja o amistad como personas, cuando juzgamos y nos juzgan todo el tiempo por la tapa? Por eso las relaciones no duran. Inconcientemente, necesitamos cambiar todo por modelos nuevos. No morimos o desaparecemos, vencemos. Y cada vez son menores los plazos de caducidad. El amor ya no es objeto, como sentido o meta; el amor ha adquirido carácter de objeto concreto, de cosa; puede ser utilizado, arrojado a la basura, reemplazado.
¿Si los objetos nos aniquilan sujetos, nos hunden en una soledad decorada y actualizada; pero imposible de ser compartida? ¿Qué objeto tienen?