17 sept 2008

Las Horas Negras.

Llamo horas negras a ese tiempo en donde podés huir de toda la huevada creada a tu alrededor. Al escape de las imposiciones. Al abandono de las obligaciones. Un espacio privado. Cuando te colgás del techo como un murciélago o te atornillás a una pared como un cuadro y tu mente divaga. Un lapsus vital en lo establecido, lo correcto. Soñar despierto. Es detener la marcha. Quedarse quieto entre todas las personas de una vereda muy transitada. Momentos privados, inconfesables e incomprensibles para el resto, es pedir mesa para uno. Para dedicarle atención y ser fiel a uno. Entregado a la ingenuidad y/o al morbo, al deseo y a la fantasía, a sus lápices de colores, a cenar con Onán, al delirio, a las canciones preferidas, a las lágrimas, al vino, a las carcajadas sin sentido.
Es entregarse a una degustación intensiva del yo intimo. Es comerse a uno mismo. Y disfrutar de haber nacido con la capacidad de auto proporcionarte placer.Aceptar y permitirse esos momentos en donde no necesitás nada ni a nadie, te ayuda a soportar la vida en sociedad, a cumplir con los demás, a sobrevivir. Un ejemplo: Ayer tenía mucho que hacer. Sin embargo el atardecer me halló, en penumbras, tirado boca arriba en el piso de mi apartamento, sin bañarme, con un pantalón de gym, una rema desilachada, descalzo , entre kilos de ropa desordenada, con la vista perdida, una copa de vino vacía rodando por ahí, el silencio y mi cabeza colmada de tramas novelescas que jamás llegarán al papel. Las horas negras.

16 sept 2008

El Diccionario del Diablo.

Ambrose Gwinett Bierce (24 de junio de 1842 – ¿1914?) fue escritor, periodista y editorialista estadounidense. De estilo irónico, elegante y vehemente. Desapareció de forma misteriosa. Su obra más conocida es El diccionario del diablo. Dicha obra llegó a mis manos cuando yo todavía era un pendejito rebelde. Me facinó en aquel entonces, como hoy me facina. Por su originalidad y crítica despiada a la condición humana y a sus miserias.
A continuación algunas palabras y sus significados según Don Bierce:
Bebé, s. Ser deforme, sin edad, sexo ni condición definidos, notable principalmente por la violencia de las simpatías y antipatías que provoca en los demás, y desprovisto él mismo de sentimientos o emociones. Ha habido bebés famosos, por ejemplo, el pequeño Moisés, cuya aventura entre los juncos indudablemente inspiró a los hierofantes egipcios de siete siglos antes su tonta fábula del niño Osiris, salvado de las aguas sobre una flotante hoja de loto.
Casa, s. Estructura hueca construida para habitación del hombre, la rata, el escarabajo, la cucaracha, la mosca, el mosquito, la pulga, el bacilo y el microbio. "Casa de corrección": lugar de recompensa por servicios políticos o personales. "Casa de Dios": edificio coronado por un campanario y una hipoteca. "Perro Guardián de la Casa": bestia pestilente encargada de insultar a los transeúntes y aterrar a los visitantes. "Sirvienta de la Casa": persona joven, del sexo opuesto, a quien se emplea para que se muestre variadamente desagradable e ingeniosamente desalineada en la situación que el bondadoso Dios le ha dado.
Egoísta, s. Persona de mal gusto, que se interesa más en sí mismo que en mí.
Egoísta, adj. Sin consideración por el egoísmo de los demás.
Futuro, s. Época en que nuestros asuntos prosperan, nuestros amigos son leales y nuestra felicidad está asegurada.
Ganso, s. Ave que suministra plumas para escribir que, gracias a un proceso oculto de la naturaleza, están impregnadas, en distinta medida, de la energía intelectual y el carácter del ganso, de suerte que al ser entintadas y deslizadas mecánicamente sobre un papel por una persona llamada "autor", resulta una transcripción bastante exacta de los pensamientos y sentimientos del ave. Las diferencias entre un ganso y otro, tal como se manifiestan a través de este ingenioso método, son considerables. Muchos gansos sólo poseen facultades triviales e insignificantes, pero otros son, en realidad, grandes gansos.
Más info:
http://www.ciudadseva.com/textos/otros/dicdia01.htm

15 sept 2008

¿Qué va ser de mí?

Me volví loco hablando estos últimos días de cosas enormes como "La Máquina de Dios" y el destino de la humanidad. Hablar tanto del destino sin tener claro el mío. ¿Alguién lo tiene claro? Opino qué sí. Sobretodo los que nacen para desempeñarse en una actividad específica: "voy a ser artesano", "quiero ser médico". Pero para la gente con diversas capacidades e inquietudes, que no puede focalizar, como yo, es complicado. Soy cantante y escritor; sin embargo, parece no ser suficiente para nadie. De seguro porque, en algún lado de mi psiquis, no es suficiente para mí. O porque algún mandato oculto y enquistado me gobierna. Y dedico más mi vida a la sonrisa ajena que a mi propia sonrisa.
Argentina es un país difícil para el artista cuando desea promover su obra. Ahora, a punto de publicar un nuevo libro, estoy aterrado. Y bueno, equivale a criar un animalito salvaje: lo curás, le das protección, cuidado, lo ayudás a crecer. Y cuando está listo, lo liberás, lo entregás a la selva para la cual ha nacido.
Anoche vi una película con respecto al tema. Ambientada por supuesto en New York, ciudad en donde pueden tomarte en serio si tenés algo potable para ofrecer, por ejemplo, escribir. Se llama Purple Violets, de Edward Burns, con Selma Blair, Debra Messing, Patrick Wilson y el propio Edward Burns. Si bien es la típica película yanqui, más allá del formato, es muy bueno el contenido. Dice mucho, sobretodo para aquellos que nos dedicamos a escribir y a diario, nos preguntamos ¿Qué va a ser de mí? La recomiendo.

14 sept 2008

Hoy.

Hoy hubiese cumplido años mi abuelo materno. Lo extraño. Un ser excepcional. Como persona. Más allá del parentezco. Hombre del Agro. Autodidacta. Trabajador. Fuerte. Visionario. Sabio. Inventor. Creativo. Solidario. Cooperativista. Bueno. Demasiado bueno.
Manejaba internet mejor que yo, así que, seguro, de vez en cuando se da una vuelta por mi blog para leerme.
Te mando un beso gigante. Que estés en paz. Ya nos volveremos a ver.
Tu nieto.

Mi 2012.

Por el lado macro, algunos dicen que el mundo así como lo conocemos se termina en 2012. Por un cambio de vibración. Y uno debe estar preparado para adaptarse. Elevar nuestra energía al cosmos, comer sano, ser espirituales, introspectivos, profesar el amor universal, ser conscientes para que vinimos, comprender al mundo como un organismo vivo y dejar de maltratarlo, prepararnos para subir a las naves que vendrán a rescatarnos o para emigrar a sitios seguros en las montañas, lugares altos y descontaminados en donde viviremos en aldeas lejos de las aguas cuando suban y arrasen con las grandes ciudades costeras. Todo esto se oye por ahí.
Mientras, el recién inaugurado LHC, utilizado para realizar el mayor experimento científico de la historia, fue víctima de piratas informáticos enviando un mensaje de alerta sobre lo débil de la infraestructura, lo que aumentó las preocupaciones por la seguridad del mismo y sus posibles consecuencias. Hoy 2008 y como otras tantas veces en la historia de la humanidad, tenemos a un grupo de personas inmersos en una competencia delicada y quizás inútil: la lucha constante del ser humano contra la incertidumbre. Como Don Quijote peleando contra los molinos de viento.
Por el lado micro, está mi corazón. Latiendo pero a la vez detenido, decidido a sostenerme pero sin dejarme envejecer, como dentro de una cápsula, esperando que tome las decisiones correctas con respecto a mi vida, a mi verdadero destino. Desde hace unos días, cada vez más fuerte, me come la sensación de NO estar haciendo algo muy importante, de NO poder cumplir con la tarea asignada, de NO poder ser fiel a mí mismo y a mi potencial. Y es verdad. Le pido perdón a ESE otro, al correcto, que espera nacer, por no hallar aún la manera de darle su lugar.
Por ahora, mi corazón bombea y me alimenta en la crisálida, desde donde sonrío a todos, rodeado de gente cercana y a su vez tan lejana. En la espera de mi propio 2012 desde donde pueda salir y volar... si no volamos todos antes.