Mostrando entradas con la etiqueta Simples Cosas. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Simples Cosas. Mostrar todas las entradas

6 jun 2009

Tiempo Al Tiempo.

Salgo en 10 minutos. Hace horas que espero. En diez te paso a buscar. Estoy llegando. Dame media hora. Un segundo por favor. Se atrasó el vuelo. Adelantaron la hora. Tienen 45 minutos para responder. Una hora para almorzar. Time Out. La pausa son cinco minutos y el valium es la opción en este delirio de horarios masivo que nos rige y ahorca cada día. No recuerdo un día sin algún compromiso preestablecido. Hasta para salidas informales uno tiene que correr: cine, teatro, cena, gimnasio, todo está cronometrado. Y cuando mejor la estás pasando, riendo, quizás con un par de copones de más, ya se hizo tarde. A dormir porque mañana domingo a las doce en punto te esperan tus viejos a comer. Ni hablar de la carrera contra reloj cuando te quedaste dormido para llegar al laburo. Peor si fichás como es mi caso. Mecanismo de control de presentismo, ya viejo a fines del siglo XIX. No importa si laburás bien o mal, importa que cuando llegás o te vas, pases la tarjeta. Podés ser un inoperante atómico; sin embargo, cumplir con el horario es lo único que importante. En fin, estoy cansado. ¡Quiero despertar en una isla onda Lost; pero más parecida a un spa, no con tanto conflicto y falta de elementos de higiene como en la serie.

1 jun 2009

Escrache A La Cajera del Café De La Librería "El Ateneo".

Este post se va a parecer a una descarga de "La peleadora", el blog de de Carolina Aguirre que sigo a través de Crítica Digital:
Salí de la universidad con tiempo para tomarme un cafecito antes de entrar a mi laburo. Decidí (bad idea) elegir el Café de la librería El Ateneo, ubicada sobre la avenida Santa Fe, en pleno barrio norte. Tomé algunos libros y me dispuse a pasar un buen momento. Pedí un capuccino con una porción de pastafrola. El capuccino estaba bien; pero la pastafrola era incomible, una piedra. Con amabilidad, llamé al mozo y se la devolví, explicándole mi descontento. Al rato vuelve el mozo con otro pedazo de esa porquería y me dice que sólo podía cambiarlo, que la encargada consideraba a su mercadería fresca y rica, por lo tanto, me la iba a cobrar, no podía devolverla. Por supuesto, enfurecido me dirigí a la barra, en donde una cajera resentida, seguramente porque la naturaleza no la dotó de belleza, se hizo la recia y me dijo que no le interesaba mi criterio. ¿En donde quedó lo de "El cliente siempre tiene la razón"? Le contesté de todo. Igual tuve que pagar. Me quedé corto. Debí haberle revoleado la porción por la cabeza; pero soy demasiado educado. Aunque no me fui del local sin quejarme. Tremenda descarga dejé asentada en el buzón de sugerencias y ante el gerente del lugar. El mismo comentó que, para la imagen de la librería, es una vergüenza tener gente así, a cargo de la concesión del bar. "Necesitamos de su reclamo para correrlos". No soy el primero en quejarse, parece. Lamentablemente, tampoco seré el último. Ojo, si vas a comer ahí y no te gusta algo, tenés que tragar todo igual, a menos que tengas un perro y no lo quieras.

27 may 2009

Prohibido Liberarse.

Ayer por la mañana me saqué a pasear durante un par de horas. Vivo sin tiempo. Porque quiero vivir sin tiempo. Por lo tanto, también puedo decidir tenerlo. Uno de mis compromisos del día podía esperar, entonces cambié el rumbo. Siempre uno sale hacia algún lado a cumplir determinada actividad. Doblé a la izquierda justo en donde a diario doblo a derecha. ¡Qué buen sol había ayer! Apagué el celular. Primero entré a un bar sin nada de onda, ubicado en una esquina, por la cual paso usualmente, apurado, veo a la gente allí sentada la envidio un poco y me pregunto ¿Cómo tienen tiempo para leer el diario sin prisa? ¿A qué se dedican? Entré esta vez y pedí un café con leche con media lunas, un jugo de naranja. Saqué de mi bolso un libro de Guy de Maupassant "El Horla" cuento de terror soberbio, que llevo para todos lados y no termino aún de leer. Así comenzó mi desayuno literario en paz. Mientras leía, observaba como los transeúntes, corriendo para no llegar tarde a sus trabajos, me observaban con bronca y deseos de estar en mi lugar. Sonreí varias veces. Dulce venganza de mi mismo. Estuve en paz. Nadie sabía en donde estaba. Genial. Continué con mi pequeño enorme acto de libertad. Fui a la plaza en donde hace muchos años, cuando nada externo me importaba demasiado, solía pasar horas, sentado en la base de una gran escultura, de frente al sol, leyendo, bronceándome, dormitando. Desde ese sitio, ubicado en lo alto de un parque, ves todo, los perros cagando en el verde, las avenidas con ese ir y venir de autos enloquecidos, más allá otros parques y en el horizonte casi imaginado, el río de la plata. Cerré los ojos, el sol derritió meses de responsabilidad helada en mi rostro. Apoyé mi cabeza contra el mármol, estaba contento. Desperté luego de media hora, más o menos. Bostecé relajado. El mundo podía continuar marchando sin notar mi ausencia. Igual, encendí el celular, miré el reloj y regresé al sistema. En la vida urbana, un acto de libertad en horario productivo, es más bien, una infracción; aunque fundamental para la salud, de vez en cuando.

23 abr 2009

Me Ven.

Se me ocurrió pedirle a la gente de mi ámbito laboral que opine sobre mí. ¿Cómo me ves?: fue la pregunta. Me contestaron:
Guapo, inteligente, culto y sofisticado. Muy buen tipo. Medio caído del catre. Todo lo que yo no soy. Flaco bohemio y soñador. Tipo desestructurado. Loco divertido. Carita triste. Artista.
Nervioso y obsesivo. Tenés que frenar. Modelo. Bueno imitando a los demás. Buen amigo, aunque cancelás muchas salidas. Te veo histérico a veces. Otras veces mejor, tan... no sé. Admirable. A veces no cumplís lo que prometes; te adoro igual. Poeta sensible. Zarpado. Careta culto. Desprejuiciado. Mezcla de paisano y tipo urbano. Un lobo estepario. Demasiado susceptible. Un guacho. A veces sos un poco falso con algunas personas. Un día sos re simpático; otros, venís con tremenda cara de culo, re antipático.
Lo extraño, fue que nadie me preguntó luego ¿Y vos cómo te ves? O sea, la gente confunde opinión con postulado. Te sellan. Sos un decreto. Sin importar lo que tengas para decir al respecto. A nadie le interesa saber como me veo, como soy. ¿Para qué reflexionar sobre quién soy? Los otros ya lo han hecho por mí. No obstante, la completa información que recibí es fundamental. Me conocen muy bien. Soy todo eso.

20 abr 2009

Siglo XXI Denguelache.

Volvió el frío a Bueno Aires. Mejor, así mueren todos esos mosquitos apocalípticos. No hay monedas. El tránsito, cada vez peor. La gente más loca y agresiva. Los quiosqueros adictos al aumento descontrolado de los precios. Contextos cada menos seguros y más pobres. La crisis mundial y encima, la paranoia generada por la ponzoña de ese aguijón con alas asechando en silencio. ¡Basta! O mejor dicho: ¡Off!

14 mar 2009

Ángeles.

Anoche regresaba de cenar con amigos, aburrido, porque no tenía otros planes más que dormir. Años atrás, en el horario en que apago hoy la luz para cerrar los ojos, era el horario en que cerraba la puerta de mi casa, rumbo a la noche. Todo cambia. Ojo, extraño mis salidas sin extrañar. Ahora disfruto del descanso después de una larga jornada. Antes no tenía tantas obligaciones y el cuerpo ya no responde de la misma manera. Pero anoche estaba aburrido.
Caminaba por la vereda de una plaza, cuando, un hombre y una mujer jóvenes, pasaron corriendo frente a mí, vestidos con ropa negra de danza, como de lycra, ceñida al cuerpo y cada uno con un par de alas blancas. Corrieron hasta el centro de la plaza y se pusieron a bailar, a reír y a gritar. Me quedé un rato observándolos. Tal vez, recién salían del estreno de su obra y estaban festejando. O eran dos amigos fanáticos de los ángeles. O venían alcoholizados de una fiesta de disfraces. O alguna sustancia alucinógena los había convertido en seres alados. O eran estudiantes de Sociología realizando un experimento para ver como reaccionan las personas cuando ven algo que los saca de su comportamiento autómata diario. Podían ser todas o ninguna de esas posibilidades. Dejé de buscar una razón y simplemente disfruté de su acto. Sentí nostalgia y a la vez alegría. También fui un ser alado. Sigo siéndolo; aunque ahora vuelo con más experiencia y en inmejorable compañía. ¡Qué afortunado! La mayoría, se va de éste mundo, sin haber batido jamás un par de alas. El aburrimiento desapareció. Agradezco a esos ángeles danzantes que cambiaron mi noche.

25 feb 2009

Al Pasar.

Hoy me preguntaron qué cosas me gusta hacer en Buenos Aires. Las que nos gustan a todos, creo. Nada del otro mundo. Algunas son:
  • Ir a cenar a mis restaurantes elegidos o alguno nuevo para conocer, la mayoría quedan por Palermo, con amigos, beber un par de vinos y disfrutar. Simplemente disfrutar.
  • Ir a ver alguna obra de teatro en la Avenida Corrientes o a un recital imperdible, como por ejemplo RadioHead el 24 de Marzo próximo o Depeche Mode en Octubre.
  • Amor, pizza, helado y una buena película en casa, es mi programa preferido.
  • Pedir un café y sentarme a leer un libro en algún barcito cool de los cientos que tiene la ciudad.
  • LLevar mi perro (sí, mío) a pasear al parque los fines de semana o por la noche tranquilo recorrer juntos un par de cuadras.
  • Salir a beber unos tragos y a bailar un rato por ahí.
  • Quedarme a escribir y/o escuchar música hasta altas horas de la madrugada, mientras la ciudad duerme.

¿Y a vos? ¿Qué cosas te gusta hacer en Buenos Aires?

17 feb 2009

¡LLueven Libros!

Salí hace un rato de la iglesia. Fui a cumplir una promesa que tengo con San Expedito. Es milagroso. Siempre está cuando lo necesito.
De allí crucé la Avenida Santa Fe y decidí caminar por la calle Larrea y hacer un poco de ejercicio. Si yo no hubiese tomado ese camino, no hubiese vivido lo que me esperaba. Cuando me suceden cosas así, confirmo que todo está escrito. A mitad de una cuadra, vi a varias personas, la mayoría mujeres, de cuclillas en el suelo. Recogían algo. Primero pasé de largo. Estoy tan acostumbrado a ver a cada vez más excluidos del sistema revolviendo la basura que no le di importancia; pero regresé y miré bien. Quedé helado. No era basura. Ni eran personas con signos de necesidad alguna. Lo que ésta gente observaba y levantaba del piso, atónita, eran libros, decenas de libros antiguos, la mayoría en inglés y en alemán, arrojados a la calle. Me acerqué sin poder creerlo. Pregunté horrorizado si los habían tirado. Respondieron afirmativamente. Sin dudarlo, poseído por mi pasión literaria, caí sobre los textos con la sensación de estar rescatando náufragos. Más y más transeúntes, sobretodo jóvenes, comenzaron a acercarse. De repente fuimos, tal vez diez o quince extraños, hechizados por un suceso triste, insólito y mágico. ¿Quién pudo cometer semejante barbaridad?- pregunté otra vez. ¿Cómo no los donaron a alguna biblioteca pública o los vendieron? Una biblioteca entera a la basura, más otras pertenencias, como cuadernos, adornos, etc. Acto seguido, apareció de la nada, frente a todos, una señora: alta, rubia de ojos celestes, rellenita, que dijo a todos lo siguiente:
- Fui yo. Mi madre falleció y necesito tirar, sacar todo; porque vienen parientes de afuera. -Y dando la media vuelta entró a un edificio. ¿Cuales habrán sido los motivos reales familiares para ver a una hija despojarse en forma tan cruda de los tesoros impresos de su madre? Nunca lo sabré.
Rescaté 16 libros. No tenía modo de quedarme con más. El resto, gracias a Dios, quedó en manos de los demás rescatistas. Volvió entonces a aparecer la señora con los ojos llorosos y nos dijo:
- Les traje un banquito. Tomen asiento y revisen todo, es para ustedes, espero que hallen algo que les sirva. Y volvió a irse.
Recién llego a casa. Los volúmenes ya tienen un lugar en mi biblioteca. Al menos 16 están a salvo. Algo me sucede con los libros. O recibo donaciones misteriosas, o me llueven. ¿Por algo será no?

14 feb 2009

Se dice de mí.

Últimamente estuve hablando sobre espectáculos, films y algo de política. No voy a dejar de hacerlo. Lo hice porque mientras, estuve pensando en una línea más pulida para mi blog, más relacionado con mis vivencias, más íntimo, como al principio; pero no puedo, yo soy lo que leen, una mezcla turbulenta de experiencias diferentes. No puedo obviar temas de mi blog sin obviar algo de mí. Amortiguaciones es una fotografía periódica de mi cocktail mental, en constante cambio. Y de las diferentes combinaciones, a través del ensayo-error, a veces, se obtienen buenos resultados.

Sepan disculparme.Yo soy así.


31 ene 2009

¿What Pass Buenos Aires?

La pasé genial ayer con mi vieja, que vino a visitarme. La esperé con un regalo, un par de chombas, pero le quedaron chicas. La llevé para que las cambie. Faltaba stock. No le gustó nada de lo que había. Me quedó una orden de compra para un local que no tiene nada para mí. Se largó a llover sapos. Tomamos un taxi para irnos al Alto Palermo. En el trayecto, una moto cruzó sin mirar por delante del taxi, éste frenó y el auto que venía atrás nos llevó puestos. Casi nos desnucamos. Bajamos una cuadra antes de la entrada al shopping, por Coronel Díaz y Arenales. Corrimos bajo la lluvia y entramos al Alto, empapados. Tampoco hubo nada interesante para ver. Nunca voy porque los precios son ridículos de caros; y teniendo la posibilidad de conseguir ropa afuera, de las mejores marcas y a precios razonables, ni lo pienso. Pero mi vieja quería recorrer algunas tiendas. No tuvo suerte pobre. No sé que pasa con la ropa y zapatos de mina, todo es de plástico. Al menos, almorzamos bien, en paz, una pizza muy rica con dos chops. Pero la cerveza me mató. Un deseo incontenible de entregarme a las almohadas se apoderó de mí. Estoy viejo. Volvimos a casa. Ni hablar de la ampolla que tengo ahora, en uno de mis dedos índices, por intentar ajustar un foco encendido cuando llegué; y el golpe en la rodilla contra un mueble, mientras intentaba salir al balcón para cortar una hoja de la planta de aloé vera que tengo allí: cura ideal para las quemaduras. Después caí desmayado y dormí durante dos horas. Por la noche partí al teatro, invitado por un amigo, a ver la obra "Gorda", que merece un post aparte, en la sala Pablo Picasso del Paseo La Plaza, sobre la Avenida Corrientes. Terminamos cenando en ese antro llamado "El Palacio de la Papa Frita". Nos atendieron como el culo, unos mozos de cuarta, ordinarios y mal educados; y nos rompieron el "palacio" con la cuenta: dos milanesas pedorras con puré y las famosas papa fritas, más un par de gaseosas cada uno: $174!!!. No vayan, no se los recomiendo.
Pero más allá de eso la pasé bien. Gracias a Dios puedo disfrutar con mi madre, con amigos y tengo la posibilidad de ir a ver y hacer las cosas que me gustan. ¡La pucha, qué lindo es estar vivo!

10 dic 2008

Simples Cosas.

¡Me mudé! Durante todo el fin de semana cargué cajas y bolsas, con la invalorable ayuda de mi padre y de una camioneta de su empresa. Cuando me vi sentado en el asiento del acompañante, acalorado, sucio, con toda mi mochila de pertenencias a cuesta y una bola de disco medio desmoronada a la cual adoro, sobre mis piernas, dentro de una pequeña bolsa de consorcio, me sentí mal, muy mal. Las únicas palabras en mi mente eran: vómito y/o desmayo.
Ayer me trajeron los muebles. Ver como apilan todo lo conseguido con sudor, lágrimas y en cuotas, es insoportable. Por suerte, me tocó una empresa de mudanzas cuidadosa. Hicimos dos viajes. Pasé toda la mañana acompañando a mis muebles, como si hubiesen muerto, en la "F-100 con Lona de 1967" enviada para transportar mis cosas. No imaginan mi cara cuando se manifestó frente a mí semejante pieza de museo. Pero después me tranquilicé, por la amabilidad y buena predisposición de los cargadores. No hay cosa más estresante que mudarse. La ecuación es la siguiente:


Cuando ves vacío ese lugar en donde viviste momentos, alegres, tristes. En donde transcurrió un pedazo de tu vida, de repente tan impersonal.
+
Cuando ves el espacio nuevo a habitar, dominado por un caos de ropa, vajilla, muebles y porquerías embaladas para donde mires, sin saber por donde empezar.
=

Sensación intensa de desamparo con riesgo a caer en depresión absoluta.


Sin embargo, al darle a todo un nuevo orden, ya mejor organizado, luego de tirar toneladas de papeles, mandar la ropa inservible a la baulera, exorcizar mi nuevo hogar con incienso, mirra, ruda, por si las brujas, mantras, etc. Traer a un masajista para reacomodarme el cuerpo, los chacras, el aura (porque quedé hecho pelota por la fuerza hecha y los nervios) y una copa de champán en alto, para festejar un nuevo comienzo, llegó por fin la calma. Tuve paz. Entonces recordé la letra del tango "Rara" y pensé: querida morada anterior, "hoy, vas a entrar en mi pasado".
Por cierto, nunca mejor fecha: ¡año nuevo, casa nueva! Pero, sinceramente, ruego no tener que mudarme durante mucho largo tiempo.

22 nov 2008

De sueños y realidades al ajillo.

Anoche salí a beber con una amiga muuuuuy cool. Me invitó a Tancat, un restaurant de comida española, por la calle paraguay al 645. Muy bueno todo, la comida de primera, ambiente relajado, clásico, mucho turista; pero con onda, la atención inmejorable, la carta de vinos muy precisa, acorde y tentadora. Lo recomiendo. Nos sentamos en la barra, pedimos gambas al ajillo, una tablita de quesos y fiambres, un malbec intenso y le dimos a la charla. ¡Cuánta magia se genera cuando la compañía, el lugar y el vino hacen match. ¡En ese estado especial, de goce, de puesta a prueba de los sentidos, uno libera. Dejamos salir a ese sujeto lacaniano que clama por expresarse. Entre risas y anécdotas, también soñamos con ser otros. Yo por ejemplo, en ser el dueño de un restaurant sobre una playa, poco explotada turísticamente, al norte de Brasil. Con un cocinero y una camarera encargados de atender a los comensales. Cerveza, variedad de pescados y mariscos, buena música. Administrar el negocio como única tarea. Un buen contador para las cuentas. Y chau. Todo el día en patas, bronceado, conversar con amigos que pasan a saludar. Luego por las noches, fogata a la luz de la luna, música, baile, bebida. También dedicarme a escribir y a cantar ahí, para amigos y clientes. Y por supuesto, si quiere acompañarme, dedicarme al amor. ¿Lindo no? Pero son sueños. Viajes tan virtuales como etílicos. Por lo pronto, he pasado una noche fantástica con mi amiga, sé que alguien muy especial me ama de verdad, tengo salud, una familia hermosa, proyectos... ¿qué más paraíso puedo pedir? ¡Taxi!

19 nov 2008

La Sarli, Minujín, Ser Perro y El Sueño.

¿Qué pretende usted de mí?, le pregunto al Universo. Llega fin de año y me siento como una de las obras de Marta Minujín "La catástrofe de la percepción":

Los omnipresentes parciales y finales de mi tercer año de carrera, una mudanza insoportable hacia atrás, las perspectivas termitas de un nuevo empleo, la actualización periódica de mis blogs, mi segundo libro buscando materializarse, el guitarrista que necesito y no aparece, mi actividad musical que pasa de punto muerto a quinta. Ir a terapia y al gym. Todo lo que por un lado aporta, suma, se convierte por otro, en sobre peso. Salvo poder amar y ser amado porque es lo único que me da placer.
Encima, estoy pensando, si puedo afrontar los costos, en la posibilidad de anotarme en el 2009 para seguir estudiando canto, teatro, sumarme a un taller de arte digital, continuar con un taller literario, etc. Lo miro a mi perrito (sí,mío) jugar con uno de esos huesos falsos, hechos con cuero seco y me digo. No hay mejor cosa, si te cuidan como corresponde, que ser un perro. Tus funciones son, darle afecto a tu amo, comer, dormir, hacer tus necesidades, pasear, jugar, te bañan una vez por semana, en fin. Me quejo, en vez de agradecerle a la vida todas las oportunidades que me ha dado, porque estoy agotado y tengo sueño. A dormir. Mañana será... y eso es lo que cuenta. ¿No?

12 nov 2008

Canta Chavela.

Escribí este comentario en el intenso mundo de un escritor amigo. Mundo al que podés acceder buscándolo en mi lista de blogs amigos o haciendo click acá : Guantes de Lana y decidí compartirlo con vos:
Si llega la nostalgia, recurro siempre a mi adorada Chavela Vargas cuando canta:Las Simples Cosas.
(Autor: César Isella.)

Uno se despide
incensiblemente de pequeñas cosas
lo mismo que un arbol
que en tiempo de otoño se queda sin hojas
al fin la tristeza es la muerte lenta de las simples cosas
esas cosas simples que quedan doliendo en el corazón
Uno vuelve siempre a los mismos sitios donde amo la vida
y entonces comprende como estan de ausentes las cosas queridas
por eso muchacha no partas ahora soñando el regreso
que el amor es simple y a las cosas simples las debora el tiempo
demorate a ti, en la luz solar de este medio dia
donde encontraras con el pan al sol la mesa tendida
por eso muchacha no partas ahora soñando el regreso
que el amor es simple y a las cosas simples las debora el tiempo
Uno vuelve siempre a los viejos sitios donde amo la vida...

¡Qué letra mi Dios! Pero para sentirla tenés que haber vivido mucho y perdido mucho. Gracias por pasar por mi blog. Lo malo de los blogs es que uno no puede beber vino con aquellos afines y llorar por los mismos errores...

Post Faringitis

Les pido disculpas por mi ausencia, a todos los virtuales entes lectores de mi blog. Estuve con fiebre y faringitis. Y más o menos me sentía así:

Futurama

9 nov 2008

Lo que la marea devuelve...

Amanecí sin ganas de seguir siendo. Hoy quiero perderme en el ruido de un mundo que sigue su marcha con o sin mí. No tengo mucho para decir. Ya le di a mi cereal con leche. (No te rías.) Bebí también mi taza de café diaria. La tele está encendida, una de esas series de médicos yanquis, en donde se mezlcan sentimientos con cirugías. Tengo que estudiar, mañana rindo. Piaget, Freud, Lacan, Jung, me llaman desde los apuntes.
-Larga el teclado pibe, vení a aprehendernos - me dicen. No entienden que escribir en mi blog, en el que nadie lee, funciona como espejo diario, en donde reflexiono, me aprieto algún granito, descargo. Hoy no voy a resolver nada. Sol, una brisa fresca, lo que queda del día. Comer un Comer un matambrito de cerdo y tomarno un vino con mi viejo. Nada más. ¿Qué más?
Recién estaba hojeando un libro de Allen Ginsberg. (¿Todavía no leyeron nada de éste autor beat?) Los dejo con el párrafo final del texto: "Lo que la marea devuelve en Vlissingen,para Simón Vinkenoog", que decifró mi día y, al menos por hoy, buena parte de mi vida:
... La manija de un bolso, medio limón, un atado de apio, una redecilla. Tapa de corcho, pomelo, guante de tela engomado, cañitas voladoras mojadas, parvitas de algas marinas de un tono herrumbrado amontonadas a lo largo de las marcas que deja la marea en el murallón, el paragolpes plástico de un automóvil, casco verde partido por la mitad, un gran nudo de soga de cáñamo, un tronco de árbol desnudo de su corteza, una estaca de madera, un balde, una miríada de botellas plásticas, paquetes vacíos de tallarines marca Zara, un tambor gris largo plástico, de esos que se usan para transportar combustible, rollo de vendas, botellas de vidrio, latitas, un arbolito de navidad, un caño de hierro oxidado, yo mismo y mi pis.
Eso es todo. Hasta mañana.

7 nov 2008

Palabras para "El Desembichador".

Que decirte hermano amigo. Si llevase puesto un sombrero me lo saco. O bebo de tu vino y brindo por y con vos. O sea. Ya que te gusta la O. Lloré mientras te leía. Y a la vez fui feliz por tener el honor de saber que habito en algún lugar de ese corazón que contiene toda esa sabiduría cocida con noche, que pone la quinta y atropella, que grita y se lastima al grito de "magma busca volcán". Hermano, rodeados de tantos, sabemos que sólo y siempre, seremos dos. Nos queda resignarnos a ser moderados, por respeto al esfuerzo de algunos pequeños egos circundantes. A usar el lenguaje para permitirle respirar de vez en cuando a ese "otro" que tanto nos ama y odia. Y comprendiendo que para llegar a ser dos viejos felices debemos aceptar nuestra condición de jóvenes esteparios. "… abrí mi cuarto, mi pequeña apariencia de hogar, donde me esperaban el sillón y la estufa, el tintero y la caja de pinturas, Novalis y Dostoyevski, igual que a los otros, a los hombres verdaderos, cuando vuelven a sus casas, los esperan la madre o la mujer, los hijos, las criadas, los perros y los gatos."(El lobo estepario. Herman Hesse)
"Por eso la mayoría de los seres humanos vive tan irrealmente; porque creen que las imágenes exteriores son la realidad y no permiten a su propio mundo interior manifestarse. Se puede ser muy feliz así, desde luego. Pero cuando se conoce lo otro, ya no se puede elegir el camino de la mayoría. Sinclair, el camino de la mayoría es fácil, el nuestro es difícil. Caminemos."(Demian. Herman Hesse)

25 oct 2008

Simples Cosas.

Nada en estas vacaciones en NYC hubiese sido lo mismo sin tenerte a mi lado. Convertís todo lo que tocás en magia y todos los sueños en realidad. Gracias por compartir conmigo este viaje. Saber y sentir que sos parte de mi existencia me hace el hombre más feliz del mundo; y haber podido disfrutar toda esta experiencia con vos, no tiene comparación alguna con nada que halla vivido antes; pero de seguro, similar a todo lo que vamos a seguir viviendo juntos. Gracias.

25 sept 2008

New York City Old Boy!!!

Perdón por desaparecer unos días. He estado ocupado con los preparativos de un viaje increíble, inesperadamente esperado, junto a una persona maravillosa, que me regresó a la vida. Parto esta noche a la cosmopolita, histórica, mega-cultural, única y famosa ciudad en donde, según dicen, todos los sueños se cumplen: New York City. Pongansé en mi lugar: ¿No estarían distraídos y enloquecidos con semejante viaje? Voy a volver de seguro, colmado de anécdotas e imágenes imborrables que prometo compartir.

8 sept 2008

Simples Cosas.

¡FELICIDAD!
¡Volvieron! Verlos llegar significa felicidad.
Tan simple como eso. Y paz. Mucha paz.