25 oct 2008

Simples Cosas.

Nada en estas vacaciones en NYC hubiese sido lo mismo sin tenerte a mi lado. Convertís todo lo que tocás en magia y todos los sueños en realidad. Gracias por compartir conmigo este viaje. Saber y sentir que sos parte de mi existencia me hace el hombre más feliz del mundo; y haber podido disfrutar toda esta experiencia con vos, no tiene comparación alguna con nada que halla vivido antes; pero de seguro, similar a todo lo que vamos a seguir viviendo juntos. Gracias.

Manhattan by Franco: Madonna en el MSQ.

Comienzo del show de Madonna en el Madison Square Garden, NYC, 06/10/08.

Madonna Like A Prayer (Madison Square Garden 06.10.08)

Cargado a YouTube por ilyawin

Manhattan by Franco: Madonna en el Madison Square Garden.

En Buenos Aires, para ir a un recital bueno, tenés que caminar cuadras y cuadras para llegar al lugar, luego hacer una cola interminable para ingresar y encima bancarte todo el show de pie. Y tenés que ir vestido con ropa vieja y zapatillas rotas, resignado a ser aplastado por una masa inmunda de gente; para terminar agotado y bañado en sudor ajeno. Y ni hablar de la salida: una odisea. ¿O miento? En cambio, en NYC, sacás tu entrada, tenés tu lugar asignado, ingresás sin esperas, te comprás un trago y disfrutás del espectáculo, muy tranquilo desde tu butaca. Te podés parar, para bailar y saltar, sólo si tenés ganas y cuando te cansás, te sentás de nuevo. Y lo más copado es que todo el mundo se pone sus mejores pilchas para la ocasión. Cada recital es una fiesta con estilo y con toda la onda. No una tortura china como acá.
Bueno les cuento, el pasado lunes 6 de Octubre, tuve la oportunidad increíble de poder ir a ver a Madonna presentando "Hard Candy" en el histórico Madison Square Garden, fue una de las mejores experiencias que he vivido. Ver a Madonna en vivo, en NYC y en ese lugar... es insuperable. ¡Qué estadio! ¡Qué energía! ¡No podía creer que estaba ahí sentado!El show es buenísimo, Madonna está hecha una pendeja de veinte, pura fibra y músculo, baila, salta y canta como en sus mejores épocas, o mejor. Hay sorpresas que no puedo develar porque ahora viene a Argentina. Y por supuesto también diré presente. No me gustó mucho la puesta del tema 4 minutes. El resto de las canciones: alucinantes. La nueva versión de Vogue mezclada con 4 minutes me quemó la cabeza. Mi tema preferido es Miles Away. Si podés ir a verla acá en Buenos Aires andá, por favor. Como suelo decir: "un show imperdible que no me perdí".

24 oct 2008

Manhattan by Franco: day two.

Entre Madison y la Quinta.
Pasás por Starbucks por supuesto. De ahí te vas volando a tomar el ferry, desde Battery Park, rumbo a Ellis Island, donde se encuentra el Ellis Island Museum, ubicado en el mismo edificio adonde llegaron los inmigrantes durante 64 años y Liberty Island, donde se alza gloriosa, magnífica, la Estatua de la Libertad, regalo de los franceses a los estadounidenses en 1886 para conmemorar el centenario de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos y como un signo de amistad entre las dos naciones. Experiencia inolvidable y sólo cuesta 8 dólares. Cuando regresás, para rematarla y darte un shot de cultura, te vas al MOMA, el museo de arte moderno, cito en 11 West 53 Street, entre la Quinta y la Sexta avenida. Hasta el 5 de Enero del 2009 podés disfrutar de Van Gogh and the Colors of the Night exhibition. Y claro, no dudes en conocer The New York Public Library, entre la Quinta Avenida y 42nd Street, una belleza, ideal para recorrer tranquilo y contemplar. Después decís basta de pensar, la tarjeta de crédito comienza a arder y te dejás llevar como abducido hacia Madison Avenue y la Quinta Avenida, lo más top de Manhattan, por tu mente sólo pasan algunas palabras: Gucci, Bulgari, Prada, Vuitton, Versace, Abercrombie, Kenneth Cole, Armani. Hacés un stop para relajar los brazos porque llevás cinco bolsas en cada uno, y te mandás a un Dean & De Luca, cafetería y cosas ricas, como Starbucks pero más fancy, tenés uno en la Plaza del Rockefeller Center, otro lugar digno de conocer, entre la Quinta y la Sexta Avenida. De paso, en frente tenes la catedral de Saint Patrick, no dejes de conocerla, es bellísima y de paso te permitís un momento de reflexión espiritual. Eso sí, no te vayas sin colaborar. ¿Gastás una fortuna en otras cosas y no sos capaz de donar un dólar ?
Antes de abandonar la zona de glamour, si cuidás mucho tu imagen, estás obligado a pasar por las famosas tiendas Saks y por algun local de Sephora, belleza, cosméticos, perfumería, para el hombre y la mujer. ¿De repente notás que no has comido nada? Bueno te subís a un yellow y partís rumbo al ultra cool Meatpacking District, siguiendo la ruta de las chicas de la serie Sex and the City y te vas picar algo con una copita de vino al famoso bistró francés Pastis, de Keith McNally, ubicado en la Novena Avenida y Little W. 12th Street.
Pero no podés demorarte mucho porque tenés que correr para llegar al emblemático Radio City Music Hall, al 1260 de la Avenida de las Américas, a escuchar en vivo a Mary J. Blige, rodeado de cientos de afroamericanos, cantando y elevando tu energía hasta el cielo. Así termina tu segundo paseo por Manhattan.
Rockefeller Center

23 oct 2008

Manhattan by Franco: day one.

Vista desde el Empire State.

Desayunar en un Starbucks es sagrado para arrancar. Mi preferido es un Grande Latte (café con leche grande) con una porción de torta de limón. Otro clásico es el Frapuchinno. El clima en otoño es templado y da para caminarse todo. De ahí te vas al Soho, a las tiendas de ropa, Armani, Prada, o TSÉ, la marca de ropa para ambos sexos que regentea mi amiga rusa; o te metés al local de MAC a ver las últimas novedades. Te perdés en los negocios y en esas callecitas adorables hasta el mediodía. A la hora de almorzar tenés varios sitios muy copados; pero optás por un clásico de la comida francesa: Balthazar, en la 80 Spring St. Lo más. Después te subís a un yellow directo a Time Square, luego de maravillarte con tanto colorido multimedia y tanta gente, te internás en Virgin Records, la cadena más importante de dvds, música, películas, etc. EL local es enorme, querés comprarte todo. Después salís cargado de bolsas, con originales de tus series y música preferidas, derecho a Sbarros, la fast pizza más rica del mundo. La de pepperoni, mi perdición.
Obvio, tenés que ir a cuanto espectáculo puedas. En musicales no te perdés: "El fantasma de la Ópera", "Little Mermaid", "Spring Awakening", entre otros. Otro tipo de show buenísimo es "Fuerza Bruta", obra de los chicos de "De la Guarda". Acá en Buenos Aires no pude verlos. Verlos allá, doble emoción. Después de sacar entradas para todo, te decidís a trepar al Empire State para disfrutar de la vista de la ciudad y del aire fresco a 86 pisos de altura. Claro que para llegar a la cima no es tan fácil como le resultó a Meg Ryan en "Sintonía de Amor", cuatro horas tardás en subir y bajar, por las colas, la cantidad de turistas y los controles de seguridad. Luego, agotado, volvés a tu hotel, por ejemplo al Hudson, ubicado en la 356 West 58th Street, decorado por Philippe Starck, a pocos pasos del Central Park, a descansar y prepararte para salir a cenar. ¿Where? A Buddakan: mega hiper restaurant, en Chelsea, en la 75 Ninth Ave, famoso por aparecer en la película "Sex and the City". Y después de una excelente comida y un buen vino, regresás al hotel, derecho a la cama, a soñar con todo lo que viviste.
Buddakan.

New York "The" City.

Nada te prepara para New York hasta que no te ves envuelto por su personalidad colosal. Reino de Gigantes. Todo es imponente: edificios, puentes, pantallas, carteles, autos, todo. Por momentos te sentís un hobbit. Es una ciudad diferente al resto de las ciudades americanas por ser tan cosmopolita y cultural. Nunca podés aburrirte.
Si bien estuve la mayor parte del tiempo en Manhattan, al llegar a New York, me quedé dos días en Brooklyn, uno de los cinco distritos de la ciudad, en la casa de una pareja de amigos rusos que viven allí, en un condominio de esa colectividad, ubicado sobre Brighton Beach, divino, todo nuevo. Me llevaron a cenar a unos restaurantes geniales, por la buena onda, la música, los shows, el baile, la comida exquisita y el vodka que no para de correr. Una fiesta inolvidable. Lugares que sólo podés conocer si tenés amigos; porque como turista, ni te enterás de su existencia.
Después me quedé en Manhattan, por supuesto. ¡Increíble! Rascacielos, lo histórico fusionado con los diferentes estilos vanguardistas, su movida cultural, Broadway con sus espectáculos y buenísimas propuestas gastronómicas para todos los gustos y bolsillos.
Madison Avenue, la Quinta Avenida: las calles más "in" de la ciudad, o en el Soho, con sus tiendas fabulosas, en donde podés morir por sobredosis de grandes marcas y buen gusto.El Guggenheim, con su diseño espiral, el Museo de Arte Moderno (MOMA), el Empire State con sus vistas alucinantes de la ciudad. El Flatiron building, el Chrysler building, el Rockefeller Center, la Liberty Island, que alberga la famosa Estatua de la Libertad, el Central Park, etc.
Y cada uno de sus barrios, imperdibles, Soho: moda, diseño, gastronomía, Chinatown, todo lo trucho que se te ocurra, Chelsea, Hell´s Chicken, Meatpacking, barrios top, Time Square con sus mega pantallas publicitarias y cartelería de las obras de Broadway, etc.
Y por supuesto el Financial District, en donde estaban las torres gemelas. Es una escena muy dura contemplar ese hueco de sol, paradójicamente, símbolo de la noche humana, que quedó luego de la caída de las torres gemelas. Un nuevo World Trade Center está en marcha y piensan inaugurarlo para el 2012. Todo en obra ahora, casi oculto a la mirada de los transeúntes o visitantes. Sí podés visitar la galería en homenaje a la tragedia ubicada frente al sitio del atentado. Muy fuerte y emotivo. Ir preparado.
Para despejarte, ahí cerca tenés el Century 21, una tienda enorme con descuentos en ropa de marca y otras cosas, plagada de turistas. Si querés comprar barato y de calidad o necesitás una valija extra, ese es tu lugar.
Esta vez pude conocer bien la ciudad. Estuve muy bien guiado. Disfruté y me divertí mucho. ¿El mejor viaje de mi vida? Absolutamente.
Bueno hastá acá la versión oficial y solemne de mi viaje, en la segunda parte, se viene: Manhattan by Franco.