23 abr 2009

Me Ven.

Se me ocurrió pedirle a la gente de mi ámbito laboral que opine sobre mí. ¿Cómo me ves?: fue la pregunta. Me contestaron:
Guapo, inteligente, culto y sofisticado. Muy buen tipo. Medio caído del catre. Todo lo que yo no soy. Flaco bohemio y soñador. Tipo desestructurado. Loco divertido. Carita triste. Artista.
Nervioso y obsesivo. Tenés que frenar. Modelo. Bueno imitando a los demás. Buen amigo, aunque cancelás muchas salidas. Te veo histérico a veces. Otras veces mejor, tan... no sé. Admirable. A veces no cumplís lo que prometes; te adoro igual. Poeta sensible. Zarpado. Careta culto. Desprejuiciado. Mezcla de paisano y tipo urbano. Un lobo estepario. Demasiado susceptible. Un guacho. A veces sos un poco falso con algunas personas. Un día sos re simpático; otros, venís con tremenda cara de culo, re antipático.
Lo extraño, fue que nadie me preguntó luego ¿Y vos cómo te ves? O sea, la gente confunde opinión con postulado. Te sellan. Sos un decreto. Sin importar lo que tengas para decir al respecto. A nadie le interesa saber como me veo, como soy. ¿Para qué reflexionar sobre quién soy? Los otros ya lo han hecho por mí. No obstante, la completa información que recibí es fundamental. Me conocen muy bien. Soy todo eso.

Día Internacional Del Libro.

Hoy es el Día Internacional del Libro, promulgado por la Unesco desde 1996, así que para festejarlo les obsequio este texto maravilloso:
"La Casa Encantada" de Virigina Woolf.
A cualquier hora que una se despertara, una puerta se estaba cerrando. De cuarto en cuarto iba, cogida de la mano, levantando aquí, abriendo allá, cerciorándose, una pareja de duendes.
«Lo dejamos aquí», decía ella. Y él añadía: «¡Sí, pero también aquí!» «Está arriba», murmuraba ella. «Y también en el jardín», musitaba él. «No hagamos ruido», decían, «o les despertaremos.»
Pero no era esto lo que nos despertaba. Oh, no. «Lo están buscando; están corriendo la cortina», podía decir una, para seguir leyendo una o dos páginas más. «Ahora lo han encontrado», sabía una de cierto, quedando con el lápiz quieto en el margen. Y, luego, cansada de leer, quizás una se levantara, y fuera a ver por sí misma, la casa toda ella vacía, las puertas quietas y abiertas, y sólo las palomas torcaces expresando con sonidos de burbuja su contentamiento, y el zumbido de la trilladora sonando allá, en la granja. «¿Por qué he venido aquí? ¿Qué quería encontrar?» Tenía las manos vacías. «¿Se encontrará acaso arriba?» Las manzanas se hallaban en la buhardilla. Y, en consecuencia, volvía a bajar, el jardín estaba quieto y en silencio como siempre, pero el libro se había caído al césped.
Pero lo habían encontrado en la sala de estar. Aun cuando no se les podía ver. Los vidrios de la ventana reflejaban manzanas, reflejaban rosas; todas las hojas eran verdes en el vidrio. Si ellos se movían en la sala de estar, las manzanas se limitaban a mostrar su cara amarilla. Sin embargo, en el instante siguiente, cuando la puerta se abría, esparcido en el suelo, colgando de las paredes, pendiente del techo... ¿qué? Yo tenía las manos vacías. La sombra de un tordo cruzó la alfombra; de los más profundos pozos de silencio la paloma torcaz extrajo su burbuja de sonido. «A salvo, a salvo, a salvo...», latía suavemente el pulso de la casa. «El tesoro está enterrado; el cuarto...», el pulso se detuvo bruscamente. Bueno, ¿era esto el tesoro enterrado?
Un momento después, la luz se había debilitado. ¿Afuera, en el jardín quizá? Pero los árboles tejían penumbras para un vagabundo rayo de sol. Tan hermoso, tan raro, frescamente hundido bajo la superficie el rayo que yo buscaba siempre ardía detrás del vidrio. Muerte era el vidrio; muerte mediaba entre nosotros; acercándose primero a la mujer, cientos de años atrás, abandonando la casa, sellando todas las ventanas; las estancias quedaron oscurecidas. Él lo dejó allí, él la dejó a ella, fue al norte, fue al este, vio las estrellas aparecer en el cielo del sur; buscó la casa, la encontró hundida bajo la loma. «A salvo, a salvo, a salvo», latía alegremente el pulso de la casa. «El tesoro es tuyo.»
El viento sube rugiendo por la avenida. Los árboles se inclinan y vencen hacia aquí y hacia allá. Rayos de luna chapotean y se derraman sin tasa en la lluvia. Rígida y quieta arde la vela. Vagando por la casa, abriendo ventanas, musitando para no despertarnos, la pareja de duendes busca su alegría.
«Aquí dormimos», dice ella. Y él añade: «Besos sin número.» «El despertar por la mañana...» «Plata entre los árboles...» «Arriba...» «En el jardín...» «Cuando llegó el verano...» «En la nieve invernal...» Las puertas siguen cerrándose a lo lejos, distantes, con suave sonido como el latido de un corazón.
Se acercan más; cesan en el pasillo. Cae el viento, resbala plateada la lluvia en el vidrio. Nuestros ojos se oscurecen; no oímos pasos a nuestro lado; no vemos a señora alguna extendiendo su manto fantasmal. Las manos del caballero forman pantalla ante la linterna. Con un suspiro, él dice: «Míralos, profundamente dormidos, con el amor en los labios.»
Inclinados, sosteniendo la linterna de plata sobre nosotros, nos miran larga y profundamente. Larga es su espera. Entra directo el viento; la llama se vence levemente. Locos rayos de luna cruzan suelo y muro, y, al encontrarse, manchan los rostros inclinados; los rostros que consideran; los rostros que examinan a los durmientes y buscan su dicha oculta.
«A salvo, a salvo, a salvo», late con orgullo el corazón de la casa. «Tantos años...», suspira él. «Me has vuelto a encontrar.» «Aquí», murmura ella, «dormida; en el jardín leyendo; riendo, dándoles la vuelta a las manzanas en la buhardilla. Aquí dejamos nuestro tesoro...» Al inclinarse, su luz levanta mis párpados. «¡A salvo! ¡A salvo! ¡A salvo!», late enloquecido el pulso de la casa. Me despierto y grito: «¿Es este el tesoro enterrado de ustedes? La luz en el corazón.»
FIN
Fuente consultada: www.ciudadseva.com

Bajo Radiación.

Hoy estuve conversando con alguien que ha dedicado gran parte de su vida a concientizar sobre las consecuencias fatales a mediano y largo plazo que producen las radiaciones emitidas por las antenas de telefonía y los teléfonos móviles. Las cuales provocan en las personas enfermedades y síntomas alarmantes. La radiación es acumulativa. No nos damos cuenta porque es igual a meter un sapo en una olla con agua y hervirla de a poco, el sapo se queda quieto porque no sabe que lo están hirviendo y muere así. Nos preocupamos por el Dengue, sin embargo, no comprendemos o aceptamos que vivimos bajo un paraguas, atravesados por ondas electromagnéticas todo el tiempo, que no son inocuas. Es una exposición constante a la radiación. En la ciudad de Buenos Aires superaría ampliamente los márgenes tolerables. No es nada lindo lo que cuento. Pero hoy me impactó este tema sobre el cual existe mucha información científica. Los gobiernos y empresas de telefonía, ponen en primer plano sus intereses económicos y hacen oídos sordos a las consecuencias, protestas, mal formaciones, muertes de centenares de personas por haber vivido frente a antenas de telefonía. No entienden que TODOS estamos afectados bajo ese paraguas. Para mayor información podés visitar la página www.avaate.org Me dejó muy preocupado el asunto. ¿Podríamos volver a vivir sin celular para preservar nuestra salud?
Más Info: www.avaate.org

22 abr 2009

Hoy Es El Día De La Tierra. ¿Mañana No?

"El Día de la Tierra es un día festivo celebrado en muchos países el 22 de abril. Su promotor, el senador estadounidense Gaylord Nelson, instauró este día para crear una conciencia común a los problemas de la contaminación, la conservación de la biodiversidad y otras preocupaciones ambientales para proteger la Tierra."
Todo bien, lástima que solo un día merezca la Tierra que nos alimenta y resguarda. Es tan hipócrita la fecha, como el Día de la Madre o como el Día del medio ambiente. Debiéramos pensar y hacer algo por el bien de nuestro planeta todos los días. Sin embargo, seguimos devastando, contaminando y agotando recursos sin pausa. Nos consideramos la especie más inteligente. Entonces, por qué las demás especies del planeta tienen, por ejemplo, la capacidad de auto- regular sus poblaciones y nosotros no? Por el contrario, invadimos un sitio, lo exprimimos y continuamos expandiéndonos como un virus sin control. Me da mucha pena ser humano a veces.

Subido a YouTube por Newgusita.

Fuente consultada: Wikipedia.

Susan Doyle.

Todos hablan de la maravillosa historia de Susan Boyle. Susan, escocesa de 48 años, participó en el show británico de televisión (en España este show se llama “Tu sí que vales”).
Cuando apareció, todos rieron e hicieron chistes al verla y sobretodo, cuando ella contó que, ser cantante profesional era su mayor deseo. , jurado de , (para mí un payaso mediático) con la mala educación y soberbia que lo caracterizan, le preguntó "qué hacía allí."
Entonces, Susan comenzó a cantar la canción “I Dreamed a Dream” e impactó inmediatamente a todos. Les dio a todos una enorme lección de respeto a esos cultores de la forma, tan vacíos de contenido, tan artificiales. Hoy es más popular en YouTube que Obama y el periodista Larry King la invitó a cantar en su programa. Allí cantó en vivo, el tema de la película Titanic, "My heart will go on" de Celine Dion.

Susan Boyle Sings For Larry King LIVE (4-16-09)
Subido a YouTube por Starsky133.
Y vean el video de cuando Susan se presenta por primera vez y observen las antagónicas reacciones del público. el antes y después, haciendo click en su nombre debajo de su fotografía. No puedo subir el video directamente porque su inserción ha sido desactivada por solicitud en YouTube.

Susan Doyle.

21 abr 2009

Sobre Como Servimos Sin Servidor.

Desde hace un par de semanas, en mi laburo estamos sin Internet. Y en los ratos libres, he vuelto a poner como primera opción, la escritura. Si tengo Internet, voy derecho a mis blogs, a Facebook, al MSN, a mis casillas de correo, etc. Ahora, sin acceso a la red, voy derecho a Word y escribo uno o dos poemas por día, algún micro-relato, prosa poética. Muestra como, de a poco la red nos va comiendo, alienando. Desde hace un tiempo expreso cuan cansado estoy, sin ganas de escribir. ¡Obvio! Proyecto toda mi energía en nadar sólo por los sectores autorizados. de una pileta pública, teniendo la posibilidad, como escritor, de zambullirme en mi propia piscina. He regresado al procesador de texto y he recuperado el deseo de llenar ese espacio en blanco. Ahora, cuando llego al trabajo, enciendo la compu, ansioso por ver hacia donde iremos con mi mente, tipeando . Seguro, la conexión en el lugar va a reestablecerse. Pero voy a mantenerla, lo más desconectada posible, de mi cabeza. ¿Lo lograré?

20 abr 2009

Nina Simone, "High Priestess Of Soul".


Nina Simone. Ain't Got No...I've Got Life.
Subido a YouTube por
Steve5224.

Siglo XXI Denguelache.

Volvió el frío a Bueno Aires. Mejor, así mueren todos esos mosquitos apocalípticos. No hay monedas. El tránsito, cada vez peor. La gente más loca y agresiva. Los quiosqueros adictos al aumento descontrolado de los precios. Contextos cada menos seguros y más pobres. La crisis mundial y encima, la paranoia generada por la ponzoña de ese aguijón con alas asechando en silencio. ¡Basta! O mejor dicho: ¡Off!

El Mejor De Los Mundos.

No puedo escribir sin corregir; ni se me ocurre un tema trivial, recurrente, para hacer más específico y aceptable mi blog. Soy un híbrido entre algún poeta maldito, un boludito apedreado, la Pizarnik, Byron, Lugones y una tía, escritora de sonetos tristes, nunca leídos, salvo por mí. Leo blogs en donde escriben pavadas sin oficio. O para putear. Caen en el peligroso y limitado, acaso epidérmico, sopor de la ironía, el uso de la ironía es un recurso simple y predecible. O el abuso del insulto: una enfermedad crónica, insustancial y trágica; porque al decir mucho "puta", "mierda", "culo", te igualás. Sos tan de barro como los de barro criticados. Si al bardo le regalás choripán y un vaso de vino malo, te adoran. En la escritura pasa lo mismo. Les gustás porque conocés ese dialecto, el de la gente líquida, leve, predecible, sin un sólo libro introyectado. Y terminás siendo común. Yo no nací común. Puedo tomarlo como karma o un regalo divino.
"El sentido común es el menos común de los sentidos". H. Greele.
"Hay gentes tan llenas de sentido común, que no les queda el más pequeño rincón para el sentido propio". Miguel de Unamuno (1864-1936) Filósofo y escritor español.
Cuando voy a algún lugar, me comporto como el resto, sonrío, ubicado, correcto. Es inútil: siempre incomodo. Porque ven en mí algo raro. Se sienten estudiados, observados desde un sitio oscuro. Un blog creo, es cómo un violín. Si alguien lo utiliza con talento, de él surgirá música, será un violín. Si lo dejamos al alcance de un perro, será sólo un buen trozo de madera para afilar sus dientes.O tal vez no entiendo este medio. Quedé afuera. Y lo mío es el desborde en papel tamañó A4. La seguimos después. Mi perro cagó en el living, jeje.¿Es un buen tema para un blog no? La caca de mi perro y yo. Tal vez, un diario sobre eso, me haga ganar el premio al mejor blog del mundo.... ¿Pero de cuál mundo? - me pregunto.

19 abr 2009

Mi Blog Antes Del Sueño.

Bebo un vaso de leche mientras pienso: ¿Para qué éste blog? ¿Quién lo lee? ¿Por qué escribo acá? ¿Suple al diario íntimo un blog personal? Sí y no. Por un lado, saca a la luz el deseo oculto y último de quien escribe en un diario: ser leído. Por el otro, procuro no subir nada realmente personal. O con la posible y verdadera intensidad de mis letras. Porque siento miedo. Es como lanzar un mensaje en botella a un mar negro. Suele aparecer alguna embarcación fantasma o cierta isla perdida, en donde alguien lo recoge del agua, lo lee y responde. Alguien tan o más perdido en esa oscuridad. Prefiero el Facebook. Ponés tu foto. Escribís cuatro boludeces. Saludás a tus amigos. Compartís un video o una frase. Te hacés fan o te unís a cuánto grupo idiota se te antoje. La comunicación virtual tiende a ser estúpida.
Por eso, prefiero dejar mis abismos en una hoja de word, bien archivada. Un blog tal vez no sea el mejor recurso para un escritor. Porque un escritor quiere, anhela, firmar su obra. Es un trovador, no un juglar. El juglar es un ser anónimo, recita y canta sin nombre y apellido. El trovador protege y promueve la autoría de sus obras. Redacto deliberadamente con menos calidad de lo que puedo; por ese temor. ¿Con cuánta libertad he de escribir en esta nada virtual, tierra de nadie, en donde debo incluir un pedido de súplica y/o amenaza permanente, en el diseño del mismo, para que no se afanen mis palabras? En la sección "Conventillo Textual" sólo he publicado textos registrados. Jamás he de subir un "poemita nuevo" para compartirlo con ustedes. ¿Quienes son ustedes? Cuando publicás un libro, sé quienes son: mis lectores. Portando en sus manos un ejemplar de mi nuevo material. Un ejemplar con números, códigos y fechas protectoras. Una hoja con mi nombre. Y percibo, ese respeto de parte de ellos, como lectores. Acá también puedo escribir mi nombre al pie de cada entrada; pero es como escribirlo en la arena, hasta que el nivel de ese mar negro, sube y se lo lleva. Igual, quiero mucho a mi blog y sus secciones. Seguiré compartiendo cosas que me gustan. Tal vez el blog, sólo sea la necesidad de organizar "ciertos documentos" mentales, no tan necesarios; pero tampoco inútiles como para ser enviados a la papelera. O un espejo defragmentador. O un monólogo con la fantasía de "ese Otro Lacaniano" en el discurso, a quien deseo contarle mi vida; como si estuviese ahí, del otro lado, leyéndome y yo, pudiese llegar hasta él, por medio del teclado. Recién me preguntaba ¿Quienes son ustedes? Como respuesta, viene a mi cabeza, la imagen de una celda desierta con una vieja y a la vez fresca inscripción roja en la pared, sobre la letrina: VOS. Después imagino a un Jung sonriendo y a un Lacan moviendo sus labios. Demasiado estudio.
Hasta la próxima. Tengo ganas de dormir. Después de un vaso de leche, llega el sueño. Al menos es lo esperable.