15 ago 2008

El tren fantasma.

"Esperando al tren"
D. Manuel Jiménez Sánchez.
Cuando hablé de subirnos a un tren a modo de metáfora, pensé en esas estaciones de pueblo románticas, de película. No pensé en las líneas de trenes Roca, Belgrano Sur, Sarmiento, etc. Porque, si te toca viajar todos los días para ir al trabajo y volver a tu casa con miedo a ser empujado y/o robado, por la falta de seguridad y el estado calamitoso del servicio ferroviario desde Capital hacie el Gran Buenos Aires, la idea de treparte conmigo al tren no debe haberte resultado muy atractiva.
Por otro lado, si en otra provincia de Argentina nos paramos en el andén de alguna estación de pueblo o de ciudad chica, por más decididos a vivir qué estemos y a huir en busca de la felicidad a otros lares, es inútil. Vamos a terminar cómo Penélope, como fantasmas esperando a otro fantasma: el tren en Argentina. Por los menos tenemos buenos servicios de bus. Pero nunca más fue lo mismo.

14 ago 2008

Preguntas.

Hoy alguien de una empresa aseguradora me contaba: la edad promedio en donde comienzan los infartos es a los 45 años. Es cuando las presiones de éste sistema funcionalista y la competencia constante por ser mejor y más eficiente llegan a su punto máximo. Entonces la máquina se para. Dice basta. Mientras el pobre organismo nos sostiene en el presente, vive, respira, para funcionar lo más equilibrado posible, la mente oscila entre las frustraciones del pasado y las ansiedades del futuro. La mente no tiene en cuenta al cuerpo, o sea, nuestra única e irrepetible conexión con el mundo, con la vida. Y no lo cuidamos. No somos responsables, concientes de su fragilidad.
Como rumiantes, nos torturamos día tras día con pérdidas no superadas, errores, deseo insatisfechos o reprimidos, anhelos, metas, objetivos, etc. Mientras nos movemos de acá para allá y realizamos actividades de forma mecánica, como piezas de éste enorme reloj social, nuestro pensamiento vaga entre lo perdido y lo deseado. Nos preguntamos y repreguntamos: ¿Pido vacaciones? ¿Me voy una semana all inclusive a la Quebrada de Humauaca? ¿Envejecí? ¿Puedo bajar eso cinco kilos? ¿Estoy anémico? ¡Llegaré a ser Gerente? ¿Me darán el aumento? ¿Podré hacer la tesis? ¿Necesito retomar el gimnasio? ¿Llegaré a saldar la deuda? ¿Me compro un perro? ¿Notarán mi borrachera de anoche? ¿Estoy enamorado de la madre de mi mejor amigo? ¿Me masturbo poco? ¿Me falta sexo? ¿Me convierto al budismo? ¿Cambio el auto? Preguntas. Si les sacamos los signos de interrogación, se convierten en afirmaciones. Afirmar es aceptar, es accionar. Y eso es lo difícil, sobretodo para el ser urbano.
Así somos. Agotamos la batería, parados en un andén, con una maleta hinchada de preguntas, viendo como pasan los trenes, sin subirnos a ninguno.
Según algunos maestros orientales, la armonía se logra sólo cuando cuerpo y mente, unidos, están presentes en un mismo tiempo y espacio.
Nunca lo logré, no soy oriental, suelo amanecer con cara de culo, el caos del tránsito en Buenos Aires me tiene podrido, necesito ganar más dinero, no me banco a nadie. Así, quejoso, derrotista, como la mayoría de los porteños. Pero al menos escribo, reflexiono, valoro otras cosas, me cuido en las comidas, apuesto mi energía a la creación musical y literaria, hago un poco de actividad física, me tomo un buen vino de vez en cuando y le pongo onda, porque nací para algo, para trascender, para conocerte, para aprehender, para amar.
Hoy estoy. Hoy estás. Nada más cuenta. Ahí viene el tren. ¿Subimos?

Vivir de la vida ajena.


LA ENVIDIA.

Cuando te va bien.

Podemos definirla como la tristeza por el bien ajeno ; un sentimiento lamentable. Sinónimo de mediocridad. Me refiero a uno de los Siete Pecados Capitales: la envidia.
El mejor filtro es tener un poco de éxito en algo; cuando te destacás y demostrás tus capacidades en cualquier disciplina y/o actividad, mucha gente de tu entorno muestra su verdadera cara.
Durante mi vida me he llevado sorpresas desagradables y varias desilusiones con respecto a este tema. Rostros acartonados, sonrisas dibujadas con cincel y falsas escenas de júbilo. O lo peor: la indiferencia, el mutismo, el alejamiento; reacciones producidas por una envidia, gorda, pesada, como un guiso de porotos con lentejas; difícil de digerir. Prefieren no fingir. No pueden, ni quieren, camuflar todo ese odio hacia tu buena estrella. La frustración tóxica por no haber nacido con la capacidad, con la voluntad de generar algo similar.
Pero son estos últimos los primeros en acercarse cuando tenés algún problema o estás apenado por algo. El sufrimiento ajeno es para ellos como el dulce de leche para las moscas. Se convierten en sabios consejeros, te abrazan y lloran a tu lado. Viles Carroñeros.
Yo me visto de rojo, observo, río, disfruto de semejante zoológico.

Y sólo me voy a preocupar cuando no hablen de mí.

"Hay solamente una cosa en el mundo peor que hablen de ti, y es que no hablen de ti." Oscar Wilde.

"Decididamente, la envidia es una forma de parentesco. No se envidia a quienes estén lejanos, ni a los sujetos inalcanzables. La envidia corroe en las cercanías, en quienes vemos a diario, en quienes nos disputan los pequeños triunfos cotidianos.La envidia es a la vez pecado y castigo. Los envidiosos viven un perpetuo desasosiego, sufren en cuerpo y alma el peso de su sentimiento. La envidia es una peste, una enfermedad que padece el envidioso, sin saber cómo ni cuándo se contagió".
Fuente: http://mqh.blogia.com/2006/070504-la-envidia-segun-borges.php

"¡Mira, ésa es la caverna de la tarántula! ¿Quieres verla a ella misma? Aquí cuelga su tela; tócala, para que tiemble.
Ahí viene dócilmente: ¡bien venida, tarántula! Negro se asienta sobre tu espalda tu triángulo y emblema; y yo conozco también lo que se asienta en tu alma.
Venganza se asienta en tu alma: allí donde tú muerdes, una costra negra se forma; ¡con la venganza tu veneno produce vértigos al alma! -
Así os hablo en parábola a vosotros los que causáis vértigos a las almas, ¡vosotros los predicadores de la igualdad! ¡Tarántulas sois vosotros para mí, y vengativos escondidos!
Pero yo voy a sacar a luz vuestros escondrijos: por eso me río en vuestra cara con mi carcajada de la altura.
Por eso desgarro vuestra tela, para que vuestra rabia os induzca a salir de vuestras cavernas de mentiras, y vuestra venganza destaque detrás de vuestra palabra «justicia» ". De las tarántulas. Friedrich Nietzsche.

11 ago 2008

Ellos lo dicen mejor:

Raoul:
"No more talk of darkness, forget these wide-eyed fears; I'm here, nothing can harm you, my words will warm and calm you. Let me be your freedom, let daylight dry your tears; I'm here, with you, beside you, to guard you and to guide you".

Christine:
"Say you'll love me ev'ry waking moment; turn my head with talk of summertime. Say you need me with you now and always; promise me that all you say is true, that's all I ask of you".

The Phantom of the Opera (1986): Musical por Andrew Lloyd Webber

Mis luces.

Alguien muy importante me dijo: “sólo escribís cosas deprimentes”. Tal vez es verdad. Pero necesito decirlas. Porque el sol se distingue gracias a la oscuridad sideral que lo sostiene. Hablar de lo doloroso, de lo injusto, es fundamental, porque me enseña a valorar a quienes me aman de verdad.
Ellos son mis faros guías. Hacen de mi existencia un paraíso, renuevan mi fe y esperanza de seguir adelante, de luchar. La vida es magia pura, he podido comprobarlo; y el universo entero viene en tu ayuda cuando, seguro de tu potencial, vas en busca del puerto soñado. Sea cual fuere ese puerto. A ellos sólo les importa mi felicidad. Y a mí, la de ellos. Los amo.
Gracias por estar a mi lado.

Bronca.

No escribas poesía, no vende. No escribas cuento, no vende. No escribas ficción, no vende. Auto-ayuda, narrativa barata a lo Allende o a lo Coelho, sí vende. No hagas música fusión, no compongas grande piezas, dale con el reggeaton o con "el tema de las urracas" de las "mellizas griegas".
Pensar, es el mal a erradicar para éste y muchos otros gobiernos. Si pensáramos hubiésemos evitado estar hoy gobernados por dos delirantes mesiánicos resentidos, con su parodia socialista a modo de discurso presidencial.
Los artistas no tiene lugar acá. Si sos escritor o cantante, preparate para la kafkiana cantidad de obstáculos, colocados por el sistema, para cansarte, para derrotarte. No quieren gente creativa, reflexiva, pensante, talentosa, con criterio. Quieren piqueteros, gremialistas, imbéciles, autómatas, lobomotizados.
Publicar un buen libro o hacer música de calidad, en la era del baile del caño es casi imposible. Pero bueno, por lo menos se inventó el blog, para descargar la bronca y a lo sumo, obtener uno o dos comentarios al respecto. O ninguno.

10 ago 2008

Superman & Delivery.

La ducha de mi casa me detesta, hiervo o tirito. En mi barrio, como ya conté antes, los días domingos mueren todos los supermercados chinos y los quioscos. Padecés hambre, sed, rodeado de restaurantes y bares. A veces, al salir del ascensor, me choca un caniche semi-ciego. No soporto caminar a ningún lado. Caminata, paseo, trote, correr, son términos eliminados de mi hardware en algún momento entre el fin de la escuela primaria y mi primera vez. Por ende, dar más de 50 pasos me molesta como un taladro a la madrugada. Ir al gym me hace bien. Me siento genial. Comer pizza me hace mal. me siento pesado. Sin embargo, dejé de ir al gym y ésta noche seguro, pido pizza.
¿Estoy detenido?. No río a carcajadas, no lloro descontrolado, no tiro una copa contra la pared, no grito enfurecido, no duermo dos días seguidos después de dos noches locas, no sudo; soy normal.
¿He dejado de poner a prueba mi fuerza y habilidades, para convertirme por cobardía o pereza en un hombre común, decorativo, prescindible, fugaz? ¿LLegaré a ser el super hombre de Nietzsche? ¿LLegaré en mí, a ese producto final, como lo es la miel para las abejas, según Rilke? No lo sé.
Por ahora me voy a pedir una grande jamón y queso y cuatro empanadas. "Uno siempre vuelve a las simples cosas", como bien canta Chavela Vargas. Construímos nuestra vida en base a esos hechos, placenteros o no. No importa. Nunca vuelven y debemos atesorarlos, porque las vivencias son el único equipaje permitido cuando nos vamos. También estoy rodeado de momentos felices, irrepetibles. Si no voy a ser el mejor, ya soy el más afortunado; porque tengo una familia fabulosa, porque alguien me ama mucho y porque amo.
"iQué importas tú...di tu palabra y hazte pedazos!" Nietzsche. Así habló Zaratustra.

LLamado a la reflexión para tanto bloguero suelto:

"Las ideas pueden ser obras de arte, pues se enlazan unas con otras y, en ocasiones, acaban materializándose en forma de obra de arte; pero eso no quiere decir que todas las ideas requieran ser objeto de tal materialización" Sol LeWitt, "Sentences on Conceptual Art".