5 ago 2008

Las Cañitas.

Vivo en en el barrio de Las Cañitas, en Capital Federal, delimitado por las avenidas Del Libertador, Luis Maria Campos, Federico Lacroze y el Boulevard Chenaut y a unos 20 minutos del centro. Un barrio raro, bonito y caro. Muy calmo. Mucho joven profesional. Y nada práctico: la avenida Luis María Campos, es una avenida muerta, sin negocios interesantes, oscura, fea, sólo sirve para tomarte un colectivo. Escasean las farmacias, apenas un cajero automático en varias cuadras a la redonda, los quioscos cierran temprano, pocas rotiserías, muy poco de todo lo necesario; pero plagado de restaurantes y bares para todos los gustos y bolsillos, la mayoría ubicados sobre la calle Baez. De noche es la zona elegida por todo metrosexual snob suelto, para salir a cazar lolitas en edad de merecer y beber o veteranas desesperadas, en pie de guerra.
También proliferan los supermercados chinos. Si sos chino e hiciste un postgrado como repositor, ni lo dudes.
El pasado, con el querido almacén de Don Mengano, o la verdulería centenaria de Doña Tanto, junto a varias cazonas de fines del siglo XIX y principios del siglo XX, sigue dando batalla.
Batalla contra el avance arrasador de las grandes cadenas de supermercados, los lugares gastronómicos IN y esos nuevos edificios, ultra mega hiper modernos, tan impersonales, tan de cartón. Antes fue zona de casas quintas con enormes jardines; pero ya han desaparecido. Sin embargo, sus boulevares y arboledas, bastante seguridad y la tranquilidad de sus eclécticos habitantes, lo han convertido en un sitio original y fresco, para vivir en paz. Fundamental. Porque la paz no sobra, ni en ésta ciudad, ni en mi mente.

1 comentario:

Brujita dijo...

Qué tanto podría decir yo de San Telmo....