24 dic 2008

Natale Hilare Et Annum Nuovo!

Felicidades, felicidades. Parecemos robots programados para dar buenos augurios, repitiendo mensajes automáticos. Tántos buenos deseos, besos, abrazos, e-mails, mensajes de texto o por facebook, enviados a gente con la cual no hablás durante todo el año, o peor, con la cual te ves siempre. De repente, el espíritu navideño hace click en el programa salutaciones navideñas y no paramos de emitir mensajes pre-armados, aprehendidos a lo largo de la vida. Tarea agotadora. Están los personalizados: ¡Querida Cristina sos mi mejor amiga y te deseo muy felices fiestas! O el texto colectivo: ¡Feliz Navidad y Mejor Año Nuevo!, enviado a todos tus contactos. O sea, el mismo saludo de paz, amor y prosperidad para el portero, la tía, un compañero del laburo o tu mejor amigo.
Otra cosa: las fiestas DEBEN ser felices. Como si te apuntaran exigiéndote: ¡Más vale que tu Navidad sea feliz y que tu Año Nuevo sea mejor!
Comé feliz, conversá feliz, llorá feliz, deseá feliz, abrí regalos feliz, emborrachate feliz. Ambas fiestas son reuniones para comer y beber hasta reventar, sin culpa. Fieles a su origen histórico real. Ya que dichas fechas adquirieron carácter sagrado a posteriori.
Sobre todo en Argentina, ambas reuniones son en extremo justificadas. Después de algunas copas, nos olvidamos de la locura de ser argentinos bajo el yugo de un gobierno delirante.
Para mí, Navidad y Año Nuevo , son momentos de diversión, para compartir con los seres queridos, pero también, para darnos ese tiempo imposible, hoy en día, de introspección.Vivimos esclavos de un mundo tecnológico saturador, que exige respuestas inmediatas a miles de estímulos diarios, sin posibilidad de reflexión previa. Poder preguntarte si estás haciendo lo esperado o cuales cosas necesitás modificar. Si has logrado ser, al menos un poco, fiel a vos mismo. O al menos haber podido afirmar: “éste soy yo”.
Brindá entonces también, por y con vos; porque el alma es y será tu única compañía constante y tu cuerpo respira para sostenerte en el mundo.
Pasemos hoy una linda nochebuena, ya sea en familia, o en soledad positiva. Meditemos sobre nuestros roles en la vida y en que podemos hacer para que nuestro querido planeta deje de ser una tragicomedia, en donde los fabricantes de armas, ésta noche, brindarán con el mejor champán, mientras miles de personas padecen hambre y están enfermas, por no recibir cuidados básicos y no tener donde dormir. ¿Adónde va la navidad para ellos? La buena voluntad de las fiestas debe traducirse en hechos, en ayudar a mejorar la calidad de esas vidas y no ser sólo una costumbre social.
Vos tenés tu vida, yo tengo la mía. Hagamos, de una vez por todas, que cuenten.

2 comentarios:

Chari dijo...

Feliz navidad, yo creo que sólo se dsifruta la navidad cuando no te alejas de lo que realmente significa , para mi la navidad es es Jesús es el regalo más grande que se le ha hecho a la humanidad, para los que no son cristianos , les diria que la navidad es amor, pero si piensas que la navidad es una fiesta más en la que tienes que divertirte y guiarte de las tradiciones que impone el mundo , es muy probable que te olvides de lo que es la navidad.
Un gusto leerte

Amortiguaciones. dijo...

gracias por tus palabras. coincidimos y felices fiestas también amiga.

Un beso.