10 dic 2008

Simples Cosas.

¡Me mudé! Durante todo el fin de semana cargué cajas y bolsas, con la invalorable ayuda de mi padre y de una camioneta de su empresa. Cuando me vi sentado en el asiento del acompañante, acalorado, sucio, con toda mi mochila de pertenencias a cuesta y una bola de disco medio desmoronada a la cual adoro, sobre mis piernas, dentro de una pequeña bolsa de consorcio, me sentí mal, muy mal. Las únicas palabras en mi mente eran: vómito y/o desmayo.
Ayer me trajeron los muebles. Ver como apilan todo lo conseguido con sudor, lágrimas y en cuotas, es insoportable. Por suerte, me tocó una empresa de mudanzas cuidadosa. Hicimos dos viajes. Pasé toda la mañana acompañando a mis muebles, como si hubiesen muerto, en la "F-100 con Lona de 1967" enviada para transportar mis cosas. No imaginan mi cara cuando se manifestó frente a mí semejante pieza de museo. Pero después me tranquilicé, por la amabilidad y buena predisposición de los cargadores. No hay cosa más estresante que mudarse. La ecuación es la siguiente:


Cuando ves vacío ese lugar en donde viviste momentos, alegres, tristes. En donde transcurrió un pedazo de tu vida, de repente tan impersonal.
+
Cuando ves el espacio nuevo a habitar, dominado por un caos de ropa, vajilla, muebles y porquerías embaladas para donde mires, sin saber por donde empezar.
=

Sensación intensa de desamparo con riesgo a caer en depresión absoluta.


Sin embargo, al darle a todo un nuevo orden, ya mejor organizado, luego de tirar toneladas de papeles, mandar la ropa inservible a la baulera, exorcizar mi nuevo hogar con incienso, mirra, ruda, por si las brujas, mantras, etc. Traer a un masajista para reacomodarme el cuerpo, los chacras, el aura (porque quedé hecho pelota por la fuerza hecha y los nervios) y una copa de champán en alto, para festejar un nuevo comienzo, llegó por fin la calma. Tuve paz. Entonces recordé la letra del tango "Rara" y pensé: querida morada anterior, "hoy, vas a entrar en mi pasado".
Por cierto, nunca mejor fecha: ¡año nuevo, casa nueva! Pero, sinceramente, ruego no tener que mudarme durante mucho largo tiempo.

2 comentarios:

patricia dijo...

Glamo de mi vida, me alegra y tranquiliza el alma (de tenerla) el hecho de saberte cerca de casa. Welcome al barrio¡¡¡¡¡¡

Amortiguaciones. dijo...

gracias amigaaaa!!! te quieroooo!!!