Más Denuncia Que Reflexión.

Fui al Paseo La Plaza, a ver Gorda, de Neil Labute.
Después de ver "La forma de las cosas" obra del mismo autor, excelente por la actuación del elenco y por la crudeza y profundidad de un guión, por momentos, debastador. Decidí ir a ver "Gorda" con las mismas expectativas. Y eso es lo malo, ir al teatro, esperando ver algo muy bueno y desilucionarte.
"Un hombre se enamora de una mujer, hasta ese punto, es una simple historia de amor, pero se complica cuando esa mujer tiene 30 kg. más de lo que la sociedad puede soportar. Este hombre es víctima de burlas y de sus propias ataduras que no le permiten disfrutar de su gran amor." Ese es el argumento de la obra; pero no está bien encarado. Temas tan ricos en contenidos como, la discriminación, la sobrevaloración de la imagen, la condena social, los miedos, el sentirte esclavo ante la mirada de los otros, son apenas rozados, en un clima que sólo busca la carcajada histérica del público. Los personajes, simples y estereotipados, el guión, interesante, aunque muy "liviano".

Vi una obra cómica. No mete el dedo en la llaga jamás. No hay complejidad en los comportamientos. El objetivo parece, no es la reflexión, sino criticar a la gorda y reírse de ella todo el tiempo, alimentando el morbo de la gente, hasta los últimos minutos, en donde intentan conmover o dejar un mensaje, a través de un diálogo final entre los protagonistas, recitando líneas muy de novela venezolana a las tres de la tarde.

La actriz Mireia Gubianas (Helena) es muy buena; pero está desperdiciada.

El Gabriel (Puma) Goity, representa a Tommy, no me gustó. No es orgánico, recurre incesamente a las muletillas que lo hicieron famoso.

Jorge Suárez (Nacho) está muy bien. Gracioso, pero más oscuro. Un papel que deja ver por momentos, algo negro, oculto. Quiero ver una buena obra con éste autor como protagonista. Se lo come vivo al Puma Goity.

María Socas (Juana), está mal. Con un tono de voz espantoso, sin modulación. Demasiado histérica. Nada creíble.
La obra no es mala, safa; pero sólo si necesitás sumarte a una risa catártica colectiva, sin esperar otra cosa.

¿Cuánto pesa el amor? Es una pregunta genial. Pero queda, lamentablemente, sin respuesta. Porque "Gorda" no pesa nada.

Un espectáculo, no imperdible, que no me perdí.