6 mar 2009

Súper Nietzsche.

¿Nietzsche? ¡Es muy complicado! Siempre obtengo la misma respuesta. En música clásica, quien sólo escucha a Vivaldi, difícilmente comprenda a Wagner. En el mundo de las letras pasa lo mismo, sobretodo con genios pensadores como Nietzsche o como su maestro y precursor, Schopenhauer. También ha sido tildado de pesimista o de antisemita, producto de malas interpretaciones, de forma deliberada, para justificar lo injustificable.
A temprana edad ya había leído la mayoría de sus obras. No entendí todo al principio. Y nunca, para mí, se llega con él a una lectura final. Sus ideas, aunque no sean comprendidas de entrada, penetran y avanzan tomándote de a poco.
Releo en especial, Humano demasiado Humano, El Anticristo, Así habló Zaratustra, Más allá del bien y del mal. Siempre descubro algo nuevo y fascinante que me paraliza. También son fabulosos Ecce Homo y El crepúsculo de los Îdolos. (Cualquier similitud con el "Ocaso de los Dioses" de Wagner, no es coincidencia.) La idea del "súper hombre" le dio significado a mi existencia:
"Se refiere a una potencialidad, a una capa­cidad del hombre para generar un sistema propio de valores y creencias que le permitan dar sentido al universo y, así, salir de la esclavitud a la que se encuentra sometido, funda­mentalmente por su apego a la religión y a los postulados metafísicos anticuados. En es­te sentido se opone al cristia­nismo y propugna la "muerte de Dios". Luego, con la madu­ración de su pensamiento, es­ta potencia fue pensada con respecto al cosmos, en don­de toda vida, toda identidad, es producto de relaciones de fuerza".
Entiendo esa "muerte de Dios" como el acto grandioso de poder terminar con esa mirada pasiva y culpógena hacia el cielo, a la cual nos han acostumbrado y volverla hacia uno.
Un regreso activo a la fuente, para atrevernos a hallar un particular sentido de las cosas. Y mediante la puesta en práctica de las potencialidades de la especie llegar a su mejor versión, o sea, el súper hombre. Por ejemplo: Un profeta. Alguien que llegó a su mejor versión.
El producto final. Lo que es la miel para las abejas, como bien dice Rainer María Rilke. La mayoría de los seres humanos nos quedamos a mitad a de camino de nuestras verdaderas capacidades. Por eso existen tan pocos descubridores y tantos seguidores, por eso los genios se diferencian del resto. Nietzsche no es "complicado", es complejo. Como la vida.
Más info: Wikipedia, Revista Ñ.

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