4 may 2009

La Otra Cara Del Amor.

Una persona maravillosa y que adoro está sufriendo después de terminar una relación larga, intensa y al final, tortuosa. Amor y duelo. ¡Qué tema! El duelo, según Freud, es la reacción paralizante frente a la pérdida del objeto de amor ( una muerte, ruptura con alguien amado, etc). El duelo no es considerado patológico, como la melancolía, porque puede explicarse, tiene un origen, y además, tarde o temprano, es superado. El trabajo que opera el duelo es el siguiente: el objeto amado ya no está, entonces debe quitar la libido de sus lazos con el objeto, a lo cual se opondrá, y puede llegar a un extrañamiento de la realidad. "No puede estar pasándome esto". Demora, pero una vez concluido el duelo, se retorna a la normalidad. El objeto pierde su protagonismo, o sea ya no es objeto de amor. En el duelo, no hay nada inconsciente. La inhibición y falta de interés se solucionan por el trabajo de duelo, luego del cual se reinstaura el yo. En el duelo, el mundo se ha vuelto pobre y vacío. Este sensación de insignificancia se complementa con insomnio, rechazo del alimento y desfallecimiento de la pulsión de vida. Transitar el proceso de duelo es muy duro. Yo lo viví alguna vez. Aunque es necesario para recuperar todo esa energía, esa libido, que pusiste en el objeto. Recuperar lo dado no es tarea fácil. Es igual que una mudanza. Del objeto a tu yo. Y con el tiempo, con el yo reestablecido, poder volver a confiar y a dar. Así es la vida, así es el amor y su otra cara. Puedo hablar desde la psicología, dar esta explicación racional y fría. Pero nada de lo que diga o haga por esta personita dolida secará con rapidez sus lágrimas. Estaré a su lado. Compartiendo su silencio, oyendo su dolor. Es lo mejor que puedo hacer. ¡Estoy con y para vos, siempre!

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