12 ago 2009

Regreso y París.

¡Hola! Después de esta larga ausencia, debido a estudios y a un viaje, vuelvo con todo a mi querido y hasta hoy abandonado Amortiguaciones. Durante el mes de Julio realicé un viaje a Europa increíble . Recorrí, con el amor de mi vida, París, Niza, Londres, Barcelona y Praga. Cada ciudad es marvillosa y tiene su encanto particular. Los dos momentos más espectaculares del viaje fueron: haber podido ir al fabuloso recital de U2 "360" en Niza y conocer la mágica e impecable Praga, la ciudad más bella del mundo, el París de Oriente, el centro de Europa. De a poco te voy a ir contando lo que viví:
París

Vista de Notre Dame desde la Torre Eiffel.

Hicimos casi todo lo que se debe hacer: Caminar por el Barrio Latino y Saint Germain. El campo de Marte y la Torre Eiffel. Montmartre y Sacre Cour. La imperdible y mística Notre Dame. Recorrer las orillas románticas del Senna. El Arco del Triunfo. El Museo del Louvre. Los Campos Elíseos. El Panteón. La Iglesia de los Inválidos, etc.
Nosotros paramos en el barrio latino, sobre la rue des ecoles, muy cerca de Notre Dame. un punto neurálgico, cerca de todo, utilizando el metro o a pie. Impresiones y anécdotas: Fuimos caminando por la orilla del Senna, desde Notre Dame hasta la Torre Eiffel, es agotadora la experiencia; pero también la mejor forma de captar la esencia parisina. Nunca caminé tanto en mi vida. Es una ciudad pensada para ser bella, única y muy limpia. Por momentos, cuando tomaba conciencia de estar parado sobre la historia misma: en donde cruzó Napoleón triunfante con su ejército, o le cortaron la cabeza a los nobles en plena revolución francesa o en donde vivieron parte de sus vidas genios como Rimbaud, Sartre, Simone de Beauvoir, Proust, Lacan, entre tantos otros, me estremecía y un par de lágrimas calladas rodaban por mi ser pequeño y mortal.

La vista fabulosa del viejo París desde la Torre Eiffel vale la tortura china que implica subir a ella. Cuatro o cinco horas tardamos en completar el recorrido. Colas interminables abajo, al medio, arriba. No cometas nuestro error, no subas hasta la punta, es al pedo porque la vista no es mejor y terminás muerto con el cambio y espera de los ascensores. Hay un punto intermedio ideal y suficiente. Cuando llegamos a ese punto, ya no soportábamos esperar más el ascensor, por lo que decidimos bajar MIL escalones hasta la base. Nos quedamos sin piernas, sin rodillas y nuestro día terminó ahí. Son esas cosas para hacerlas una vez y nunca más. Un par de veces nos envolvió algún vaho humano, francés o ruso, insoportable; la gente en general, tiene mucha onda pero es un poco descuidada en su higiene personal, salvo en zonas paquetas, como la Avenida Victor Hugo, en donde prima la impecabilidad y te cruzás con las personas, hombres y mujeres por igual, mejor vestidas del mundo. Lo más impactante fue visitar la Basílica de Sacre Cour en en el bohemio barrio de Montmartre. Te da la sensación de estar camino al cielo. Soy creyente y ese Jesús mirando hacia París desde la base de la enorme cúpula de la Basílica es cautivante y conmovedor. Lo más lindo fue poder decirnos te amo a mitad del Pont Neuf.

Mañana sigo con Londres.

No hay comentarios: