17 sept 2009

El Amor En Los Tiempos Del Caos.

Es casi imposible movilizarte por Capital Federal. Y más imposible cuando: le tenés fobia al subte, asco a los colectivos, bronca a los tacheros, miedo a conducir, rechazo a gastar zuela. Ese soy yo. Lo único que me queda es pedirle el helicóptero a Cristina K. Con todo el daño que éste gobierno bicéfalo nos hace, exprimiendo a los que trabajamos y aportamos para sostener el país, ya tenemos pagos varios viajes en dicho apartato volador. En fin. Mi pareja y yo nos hemos vuelto adictos a algunas series americanas, como "In Treatment", "Damages", "Burn Notice", "Dexter". Nos desvelamos deborando temporada tras temporada de las mismas. Ahora estamos con la tercer temporada de "Brothers & Sisters". Nos dormimos a cualquier hora y después cuesta arrancar a la mañana. Salir de ese mundo perfecto a enfrentar el caos constante de las calles porteñas cada día. "Qué lindo levantarse una mañana y ser millonario", como canta el muñequito del Quini 6. Huir de todo, dedicarse a hacer sólo cosas que gratifiquen. Soñar, soñar. Sin embargo, aunque amanezca nublado, sea difícil vencer los embotellamientos o, tolerar la infaltable mala onda de los recepcionistas de mi laburo, cuando llego y me reciben con un sonido gutural, en respuesta a mi enérgico "¡Buen día!" y a mi sonrisa radiante. Nada me afecta. Porque sé quien soy; y que final del día, gracias a Dios, vuelvo a ese mundo perfecto, a los brazos y labios de un amor inmenso y único, a la alegría de nuestra mascota, un shar pei, al vernos llegar. Cenamos, conversamos, reímos, disfrutamos, nos zambullimos en la serie de turno, todo lo que importa está allí. Por ello no existe caos, que después, logre vencernos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Mantén esa alegría diaria gracias al amor, que al fin y al cabo lo es todo.
La felicidad no es otra cosa que tener una vida llena de cosas que te gratifiquen. Enhorabuena, porque no somos tantos los que la tenemos.
Gracias por tus reflexiones. Iluminan...

Anónimo dijo...

Por cierto, una serie que merece la pena: The Wire.