3 jun 2009

Generación Hentai.

Un mundo que ya no es mío. Ni entiendo. Ni me necesita como protagonista. Una generación hentai, virtual. Culto a la sobre- exposición. Aunque sólo pueda disfrutarlo como espectador, me llama mucho la atención. La ficción es su realidad. Aparecer en youtube, en facebook, fotolog. Ser parte de una red, de una de estas tribus urbanas, equivale a existir, avala su presencia en este tiempo y espacio. Un universo virtual como punto de apoyo, ante una realidad global incierta y caótica como nunca se ha visto. El refugio de la nueva gente es la web. Pero sin aire, sin agua, sin alimentos, no hay vida imaginaria que valga. Y ellos buscan no pensar en eso. La abstracción como objetivo principal. Miedo. Rebeldía. Todo se expresa a través del hardware y sus accesorios. Es paradójico: buscan el aislamiento, frente al monitor, en sus habitaciones, para poder comunicarse y estar en contacto con sus pares. Y sólo confían en ellos, en sus iguales. No hay modelos a seguir de otras generaciones, o sea padres y abuelos, la identificación es horizontal, no vertical como antes. Y los padres, al desconocer el uso de las herramientas informáticas, los nuevos meta-lenguajes, al no estar actualizados, no pueden comunicarse con sus hijos y el abismo es cada vez mayor. Nosotros nos hemos visto forzados a adaptarnos a las nuevas tecnologías, ellos en cambio, han nacido con ellas, en ellas.
Era en donde prima la imagen, lo simbólico visual, sobre la palabra. No leen literatura, pocos reflexionan, la inmediatez exige acción, no introspección. Convertidos en seres sin límites a través de los medios, quedan sin tiempo para la auto-crítica. Todo es fotografiado, filmado, bailado, mostrado. No dicen "estoy triste" sino "mirá mi tristeza". El afuera define y aprueba. Hacer, no para uno mismo; sino para millones de miradas simultáneas. Todo es actuado para el lente de una cámara de fotos o video.
La juventud es la que rompe con las reglas y provoca cambios. Siempre ha sido así. Hoy el adolescente es un ser individualista pero expansivo, extendido, su yo es inconmensurable, disponible para todos, presente, on line. Lo privado ya no existe. La hipocresía del diario íntimo ya no gobierna. Escriben sus vivencias para ser leídos.
Parecen de otro planeta. Del planeta por venir. Sin embargo, prefiero un contexto en donde identificarse con códigos y ritos de pertenencia, bailar el pasito representativo, subir fotos a internet, sean los intereses de un adolescente y no consumir paco o alcohol, o aprender a usar un arma. Electros, floggers, emos, glams, chetos, cumbios, con conflictos a veces entre ellos por diferencias en cuanto a costumbres, vestimenta, música, peinados, nuevas palabras (no todo es paz y amor), los integrantes de estas nuevas tribus, son los hacedores de un mañana inmediato. Observalos, respiran por y para eso:


Subido a YouTube por 3601878820.

Subido a YouTube por floggersdeverdad.

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