27 ago 2008

Nosotros Somos.

Nacemos. Gateamos. Caminamos. Corremos. Crecemos. Cambiamos. Estudiamos. Evolucionamos. Mutamos. Amamos. Sufrimos. Perdemos. Ganamos. Aprehendemos. Ignoramos. Destruimos. Agotamos. Dormimos. Soñamos. Morimos. ¿Despertamos?
La realidad es un sueño. Una ilusión. No podemos crear. No nos está permitido. Sí podemos y tendemos a recrear lo que somos. Me refiero por ejemplo a la realidad virtual. Al diseño de realidades por medio de ordenadores. Nosotros somos seres virtuales. Tenemos capacidades desconocidas y limitaciones impuestas, como cualquier programa informático. La Tierra es nuestro hardware. ¿Somos acaso un virus insertado? ¿Un experimento? ¿Las pulgas de un perro?
Es una especie antagónica: viene a la Tierra (laboratorio) con la orden de agotar recursos naturales y auto destruirse (tanatos). Pero a su vez, es inteligente y sensible como para sobreponerse a dicha orden, para sobrevivir a través del amor y la pulsión de vida, de auto conservación (eros). Y con acceso al arma más peligrosa de todas cuando se utiliza a ciegas: la libertad.
La hipótesis a comprobar, en algún estrato misterioso, inexplicable y vedado es la siguiente: ¿Será capaz el ser humano de superar su naturaleza? ¿De hacer uso responsable de su libre albedrío, sin saber de dónde viene ni hacia donde va?
Las computadoras ya dominan al mundo. Tal vez, en un futuro no lejano, se revelen a sus creadores. ¿Podremos revelarnos a los nuestros? ¿Podremos valorar la vida más allá de toda incertidumbre existencial y controlar nuestros impulsos, para poder sobrevivir?
Demasiadas preguntas, lo sé, pero anoche tuve un sueño raro, demasiado real.

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