Después de leer un texto de Máximo Ballester, autor del blog "Musas Extraviadas" Recordé algo que hace mucho tiempo escribí:
"El poeta supera al jardinero, si de paciencia y riesgo hablamos. Como jardinero, hecha la siembra, rogás que el clima sea benévolo y no arruine tus plantines.
Como poeta, hecha la siembra, rogás que "El Otro" detrás de tu rostro, se calme y no arroje esos versos inmaculados al fuego; o se los trague antes de los primeros brotes."
Como poeta, hecha la siembra, rogás que "El Otro" detrás de tu rostro, se calme y no arroje esos versos inmaculados al fuego; o se los trague antes de los primeros brotes."
Hoy, cada vez que planto un poema, ruego que "El Otro" no se calme. Porque poesía es lo que sobrevive. Porque soy fiel a mi habitante.
El viejo proverbio dice que si sembrás arroz obtendrás arroz. Pero el poeta debe sembrar una cosa y esperar otra. Sino qué gracia tiene." Máximo Ballester.
El viejo proverbio dice que si sembrás arroz obtendrás arroz. Pero el poeta debe sembrar una cosa y esperar otra. Sino qué gracia tiene." Máximo Ballester.
Digitalizada by Franco D.
3 comentarios:
Acaso el poeta sea un jardinero celestial. Trabaja con texturas y semillas y siembra en lo hecho "lo crecido" para mostrarnos que hay otras grietas, otros brotes, otros canteros, que puede haber un astro en un ligustro o un universo del tamaño de la cabeza de un alfiler en una terraza desierta.
Que no se calme, bien decís de ese otro. Toda calma es aquí prosaica, nos coarta la mirada y nos adormece las sensaciones.
Gracias, Franco. Me encantó tu post, tu reflección que echa luces como siembras.
Un gran abrazo.
Gracias Máximo. Hoy no tuve un buen día y tu reflexión sobre el poeta y su oficio me emocionó, me salvó.
Tu escritura es impecable, sutil pero abismal y muy poderosa. Gracias por pasar, me devolviste una sonrisa perdida desde ayer.
Otro gran abrazo.
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