15 nov 2008

Auto-Entrevista. Cuarta Parte.

Digitalizada by Franco D.
¿Te hicieron alguna vez sufrir mucho?
Sí. Pero lo mejor es arrojar todo lo que te lastimó al triturador mágico del olvido, al poder salvaje del pasado. Si uno deja de mencionarlo, también deja de pensar en ello. Como si nunca hubiese sucedido, o existido. Es una fórmula casi mística que tengo, para manejar el rencor y reducirlo a cenizas. Primero aceptar que te tocó vivirlo. Después dejarlo ir o caer, si arrojas la sórdida vivencia al corazón de un volcán. (Se ríe.) Depurar y continuar. Nada ni nadie vale tu sufrimiento. Excepto los seres queridos, por supuesto. Todo cae por su propio peso. Y el tiempo sólo, sin necesidad de mover un dedo, te da la revancha. Creo absolutamente en esas frases hechas. En la entrada del cementerio de Sucre en Bolivia dice: “Hoy me traes a mí. Mañana te traerán a ti”.
¿Odiaste alguna vez?
Si, muchas veces. ¿Vos no? Pero, al menos en mi caso, hasta ahora he sabido controlarlo, entenderlo y canalizarlo; para no enfermarme. Menos mal. Porque la lista de víctimas sería extensa. Eso sí, odio, aborrezco la vejez. Ver como el cuerpo de gente que quiero o respeto va perdiendo color, vitalidad, fuerza, autonomía, me aniquila. Detesto tener que ser testigo inevitable de la decadencia ajena y propia. Si existe un castigo a la raza humana, se titula: Vejez. ¿Para qué carajo nos ponemos viejos? ¡Para morirnos cuando apenas comenzamos a comprender la vida! Estamos mal confeccionados. Debiéramos nacer ancianos y sabios, surgir de una crisálida especial o materializándonos en éste mundo, para disfrutar con inteligencia de la vida, poder amar e ir rejuveneciendo, cada vez más puros e inocentes, con la capacidad de asombro a pleno, jugar y jugar hasta llegar a bebés y luego dormirnos y convertidos en energía, fundirnos con el universo. Eso pienso.
Para finalizar, ping pong de preguntas y respuestas.
Imagen tomada de www.tws-mannequins.com

No hay comentarios: